El dengue no distingue entre pobres y ricos, ni si son adultos o niños; sin embargo, hay condiciones que hacen más proclives a determinado grupo poblacional.
La epidemia por dengue en el país podría llegar a un nivel descontrolado, ya que, según los expertos, unos dos millones de hondureños están en condiciones propensas a ser víctimas de esta enfermedad.
Y es que las cifras de dengue en el país siguen en aumento. Según el boletín de enfermedades de notificación obligatoria de la Secretaría de Salud, a la semana número 25 que comprende del 16 al 22 de junio se han registrado 8,380 víctimas de dengue no grave (clásico).
Esta cifra, comparada con los 2,483 casos de 2012, muestra un incremento de 5,897, esto significa un aumento de casi el 300%.
Así también las cifras de dengue grave (hemorrágico) se han elevado, pues durante la misma semana de este año se han reportado 1,442 casos. Al hacer la comparación con el año anterior en el que se reportaron 426 casos, 2013 refleja un incremento de 1,016 casos.
Vulnerables
Según el doctor José Samra, especialista en pediatría y asesor clínico del Programa Nacional de Dengue, se identificó a un grupo de hondureños que están actualmente propensos por las zonas marginales en las que residen. “La gente expuesta a la enfermedad anda en alrededor de dos millones de personas, por los lugares de población en los que está la enfermedad ahorita”, manifestó el médico.
Detalló que este grupo de personas procede de zonas marginales de ciudades como Tegucigalpa, San Pedro Sula, Comayagua y Choluteca.
A criterio del doctor Efraín Bu, infectólogo del Hospital Escuela, sumado a las condiciones de vivienda marginal se une también a los pacientes que han sido víctimas del dengue en el pasado.
“Son susceptibles a tener la enfermedad del dengue hemorrágico porque hay una interacción entre los anticuerpos que se desarrollaron para la primera infección y el nuevo virus que los está atacando en la segunda infección”, explicó.
El doctor señaló que las grandes epidemias se originan por tres factores, primero la presencia masiva del vector, segundo poseer una población altamente susceptible y la circulación de un serotipo de dengue que no haya circulado en la región.
