Camino a la descentralización va el Instituto de Conservación Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF).
La medida se adoptará luego del incendio del pasado 26 de abril, que redujo a cenizas la sede central del ICF en la colonia Brisas de Olancho. Debido al siniestro, el Consejo de Ministros aprobó un decreto de emergencia.
“Pensamos en un proceso de hacer más eficiente la institución, que cuente con oficinas y personal inteligente, orientándolo al uso de nuevas tecnologías de la información y comunicación”, expresó José Antonio Galdámez, viceministro de Áreas Protegidas y Vida Silvestre.
“Estamos prefiriendo procesos de desconcentración, procesos de descentralización, en que las municipalidades y organizaciones no gubernamentales cumplen parte de nuestras funciones”, informó.
Se considera incluir en la iniciativa a propietarios de bosques privados y cooperativas agroforestales. “Deberíamos contar con personal que se encargue únicamente de dar seguimiento a las acciones, pero que principalmente las comunidades, la sociedad civil y los propietarios de bosques privados se encarguen, en parte, de la conservación y el manejo de los recursos naturales”, manifestó Galdámez.
El ICF tiene presencia nacional, con 12 regiones forestales y 16 unidades locales, que serían reducidas. Ya existía un proceso de reingeniería para el ICF, que será retomado por la emergencia. “Esta es una nueva estructura en las oficinas y en relación con el personal que necesitamos”, expresó.
Apiñados
El Instituto de Conservación Forestal sigue operando, con limitaciones, en dos inmuebles en la capital.
Uno está ubicado donde ocurrió el incendio, en un espacio que no fue afectado por las llamas, donde funcionan el área administrativa y algunas unidades técnicas. El otro es una sede provisional en el redondel de la colonia Las Minitas.
