Mientras en Honduras se intenta lacerar la libertad de expresión, en El Salvador entrenarán a los periodistas para que aprendan a defenderla y a cuidarse ante las amenazas.
Estados Unidos anunció ayer que establecerá en El Salvador un centro de entrenamiento sobre seguridad para periodistas de este país, Guatemala y Honduras, como parte de un programa mundial de defensa de la libertad de expresión.
El centro funcionará en la Universidad Centroamericana (UCA), dirigida por jesuitas, financiado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, informó en el acto de lanzamiento del programa Jane Zimmerman, secretaria de Estado Adjunta para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo.
Otros dos centros se establecerán en Tiblisi (Georgia) y Nairobi (Kenia), con una financiación total de un millón de dólares y la posibilidad de otro millón adicional, explicó Zimmerman, sin precisar cuándo comenzarán a funcionar.
El rector de la UCA, Andreu Oliva, firmó el memorando de entendimiento con el vicepresidente de la organización no gubernamental estadounidense IREX (ejecutora del programa), Mark Whitehouse.
Ayuda en tiempo real
Zimmerman -quien firmó el documento como testigo de honor- indicó que “estos centros de actividad están diseñados para enfocar las amenazas que enfrentan los periodistas en su trabajo”.
Precisó que el centro que operará en San Salvador tendrá entrenadores en seguridad física y digital y proveerán “capacitación a los periodistas de El Salvador, Guatemala y Honduras sobre cómo trabajar con seguridad en ambientes peligrosos y en línea”. De estos tres países, Honduras es el más afectado por la oleada de violencia contra los periodistas, pues entre 2003 y 2012 fueron asesinados 31 reporteros, según datos del estatal Comisionado de los Derechos Humanos.
Los centros “proveerán ayuda en tiempo real a los periodistas cuando- como sucede a menudo- reciben amenazas de muerte, son perseguidos o llevados a la cárcel, (o) cuando ellos o miembros de su familia son secuestrados”.
“En esas situaciones de emergencia, el centro aportará recursos financieros para ayudar al periodista con lo que necesite, y si está en peligro inminente se le proveerá un plan personalizado para su seguridad”, añadió.
Este y otros programas que Estados Unidos impulsa en todo el mundo reflejan “nuestro compromiso a largo plazo en la promoción de la libertad de expresión”, subrayó Zimmerman.
Zimmerman apuntó que hay Gobiernos que “para poder controlar los mensajes y el acceso a la información, y al mismo tiempo limitar las voces independientes, los Gobiernos compran algunos medios y arbitrariamente cierran sus sitios web y también sus plataformas de medios sociales”, remarcó.
Enfatizó que “más allá de estas amenazas, de regulaciones, los periodistas, especialmente aquellos que informan sobre actividades criminales y corrupción, muy a menudo son víctimas de la violencia, son amenazados, molestados, atacados, hasta matados y desaparecidos, solamente por hacer su trabajo”.