Maestros de siete departamentos del país tendrá hoy un paro de labores como medida de presionar al Gobierno.
Las manifestaciones en esta ocasión serán vigiladas por alrededor de 100 auditores de la Secretaría de Educación que se movilizarán en los siete departamentos del país.
Las labores de supervisión serán coordinadas por las Direcciones Departamentales de Francisco Morazán, Yoro, Valle, Colón, Atlántida, Olancho y Cortés, lugares adonde se llevarán a cabo las medidas de presión.
Esta sería la segunda ocasión en la última década que Educación levantaría actas de abandono de trabajo a los docentes.
En agosto pasado, los docentes celebraron asambleas y protestas durante tres días y Educación despidió a tres maestros por participar en los paros.
Pero la cifra neta de audiencias de descargo fue de cuatro mil a igual número de profesores, por abandonar las aulas de clases. El Gobierno se ha comprometido con la sociedad en general para impartir los ansiados 200 días de clases, una meta que no se alcanza desde 2008.
No obstante, la dirigencia magisterial alega que de manera paralela al deseo de cumplir con los 200 días de clases, el Gobierno debe honrar todos los compromisos que tiene con los profesores.
Argumentos del paro
Pedro Canales, secretario de relaciones externas del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (Coprumh), señaló que se les debe el pago de planillas complementarias de crecimiento vegetativo de los años 2010, 2011 y 2012.
Asimismo, hay una deuda antigua cercana a los 160 millones de lempiras por concepto de salarios. A eso hay que sumar las deudas por quinquenios, vacaciones del Estatuto del Docente, vacaciones administrativas, rechazos bancarios de noviembre e incluso “el ajuste de salarios que hizo Juan Orlando Hernández y que debía hacerse efectivo desde julio del año pasado”.
Reiteran sanciones
El ministro de Educación, Marlon Escoto, recalcó ayer que los profesores que abandonen sus aulas de clases se atendrán a las acciones administrativas.
Escoto llamó a los docentes para que presenten sus reclamos a través de la instancia correspondiente, a fin de “no afectar a los 2.3 millones de estudiantes” del sistema educativo público.
El ministro reiteró que habrá personal de la Secretaría de Educación (auditores) supervisando las labores de los docentes en todo el país.