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El Gobierno debe enfocarse en los temas serios de Honduras

  • 08 abril 2013 /

Los empresarios lamentan que el sector gubernamental quiera distraer la atención con el tema de las exoneraciones.

La preocupación aumenta en el sector empresarial ante la tema de las exoneraciones “es un circo” que utiliza el Gobierno para desenfocar sobre el fracaso en sus políticas fiscal y de seguridad.

“Es lamentable que estemos en esta situación hablando de temas secundarios cuando hay cosas más importantes que atender. La confrontación solo amedrenta a la población y ahuyenta la inversión nacional y extranjera. Estamos cayendo en un ciclo donde nosotros mismos nos estamos haciendo daño. Tenemos que reflexionar los hondureños y ver para dónde vamos”.

Señaló que los verdaderos problemas del país no se están discutiendo. “El gran problema de todos es la inseguridad y esto ahuyenta la inversión. Dejamos de generar los empleos, que es con lo que pueden salir adelante los hondureños; no es regalándoles un bono o haciendo algo temporal, es generando empleo para que las familias puedan sostenerse”.

Jaar le recuerda al Gobierno que la única forma de atraer la inversión es con seguridad jurídica y un ambiente de orden y calma y no de permanente confrontación entre los sectores. El líder empresarial dice que las actuales condiciones no le abonan a nadie, ni a la empresa privada ni a los candidatos presidenciales y muchos menos al pueblo.

Sobre las leyes que se están discutiendo dijo que espera que los diputados razonen y hagan el análisis necesario. “Que hagan las reformas que se tengan que hacer en beneficio del país sin coartar ninguna libertad de expresión, que son derechos garantizados por entes internacionales y acuerdos que tiene Honduras”.

Lamentó que la situación actual tenga sus efectos negativos en comparación con los países de la región como la venta de bonos soberanos. “Tenemos que pagar un dos o tres por ciento más que otros países de Centroamérica por que no tenemos credibilidad internacional”, apuntó Jaar.

El también empresario Óscar Galeano señaló que los temas que se están discutiendo son más bien para distraer a la población y no atacar a los verdaderos problemas.

“Por ejemplo no hemos visto una propuesta seria para mejorar el clima de inversión en el país, sabiendo todos que el desempleo es uno de los principales problemas que agobian a los hondureños y mucho de esta delincuencia se debe precisamente a esa crisis”, dijo Galeano.
Criticó que el Gobierno se haya enfocado más en destituir magistrados y en hacer escándalos por las exoneraciones. “El principal responsable de que se hayan otorgado exoneraciones sin control es el mismo Gobierno. No entendemos cuál es el propósito y la orientación que este Gobierno está llevando y tenemos una población totalmente desestimulada y con una incertidumbre que nunca habíamos sentido”.

Agregó que las cifras son frías al ver los niveles de inversión que están estancados en los diferentes rubros, mientras los países vecinos crecen. Galeano lamentó además que a la fecha no se hayan desembolsado los fondos de la tasa de seguridad para apoyar a la Policía, el Poder Judicial y la Fiscalía.

Iglesia pide defender la vida


Desde la Iglesia Católica continúa también el clamor para que se frene la violencia en el país.

El sacerdote Carlos Rubio les pidió ayer desde la catedral de Tegucigalpa a las autoridades que combatan la violencia y defiendan la vida y denunció que en Honduras hay personas que “se creen señores de la vida, que la dan y la quitan”.

“¿Cuántos mueren diariamente en nuestro país violentamente, cuántas lágrimas derramadas, cuántos corazones afligidos, cuántas voces pidiendo justicia y paz?”, dijo Rubio, vicario del principal templo católico de la capital de Honduras. El cura, encargado de vocaciones sacerdotales en la arquidiócesis de Tegucigalpa, subrayó que en el país “parece que muchos malos hondureños siguen empeñados en que corra la sangre, el dolor, el luto y la convulsión social”.

Dijo que el clamor de los cristianos a favor de la vida se dirige también a las instituciones estatales y públicas para que se defiendan con vigor y constancia todas las formas de vida humana.

Señaló que las autoridades gubernamentales deben “proteger la vida de los ciudadanos, sobre todo la de los inocentes y los indefensos” y promover el amor a la vida ante “tanta violencia y asesinatos”.

En lo que va del actual Gobierno suman más de 20,644 las víctimas por la violencia.