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De nuevo arden bosques en Tegucigalpa

  • 25 marzo 2013 /

Un siniestro se reportó el fin de semana en las faldas de El Hatillo.

Los capitalinos de nuevo están sufriendo por los incendios. El fin de semana, los pirómanos regresaron para atacar la reserva forestal del Distrito Central.

El sábado por la tarde en las faldas de El Hatillo se reportó un nuevo siniestro que destruyó varias hectáreas de bosque de pino. Este mes, El Hatillo ha perdido unas 70 hectáreas de bosque en incendios de grandes proporciones.

“Por fortuna, en esta ocasión las llamas no nos tomaron por sorpresa y se pudo controlar el fuego en poco tiempo”, manifestó Marco Antonio Artica, jefe de Operaciones del Cuerpo de Bomberos.

En lo que va del año, en la capital ha habido 221 incendios forestales que han reducido a cenizas al menos 300 hectáreas de bosque.

A escala nacional, los reportes son aún más desalentadores. El Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF) reporta 5,678 hectáreas de bosque afectadas en todo el país por 73 incendios.

Cifra que duplica los siniestros registrados a la misma fecha el año anterior, cuando se había atendido 2,520 hectáreas de bosque.

La alta incidencia de quemas ha repercutido en la producción de agua potable en el Distrito Central, el ambiente y la salud de los ciudadanos, que durante una semana respiraron el humo despedido por los bosques afectados. Otra de las preocupaciones de las autoridades es la proliferación de incendios en zacateras.

Solo en el Distrito Central se han registrado 872 quemas en solares baldíos atestados de maleza. A diario se reportan entre cinco y siete fuegos en zacateras. Solo en el fin de semana se reportaron tres incidencias: en el Tizatillo, colonia El Rincón y Mateo.

Elementos del Cuerpo de Bomberos les pidieron a los propietarios de predios en desuso que los limpien de maleza, pues con las altas temperaturas el monte se convierte en material combustible.

A los veraneantes se les pide no arrojar botellas de vidrio o colillas de cigarrillo en las orillas de las carreteras, pues son los principales detonantes de incendios.

Les solicitan a los agricultores que adopten medidas de precaución.