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Fallo de Corte Internacional perjudicaría intereses de Honduras

  • 20 noviembre 2012 /

La Corte de La Haya definió las nuevas fronteras marítimas entre Nicaragua y Colombia en el Caribe.

La CIJ (Corte Internacional de Justicia), con sede en La Haya, Holanda, dejó sin validez un tratado internacional de delimitación de límites marítimos firmado entre dos naciones y que perjudicaría los intereses hondureños.

La CIJ extendió ayer la soberanía marítima de Nicaragua en el Caribe (hacia el este), pero mantuvo parte del límite al oeste de la isla San Andrés como quería Colombia, a quien atribuyó todos los cayos en disputa de esa región rica en petróleo y otros recursos.

Nicaragua demandó a Colombia por la validez del Tratado Bárcenas-Esguerra, firmado en 1928 cuando Managua cedió a Bogotá las islas San Andrés y Providencia.

A raíz de ese tratado se fijan en 1969 los límites marítimos de ambas naciones en el meridiano 82.


Nicaragua alegó ante la CIJ, a inicios de este siglo, que el tratado no delimitaba esa frontera.

Hay que destacar que Honduras y Colombia firmaron en 1986 el tratado de límites marítimos Ramírez-López con base en Bárcernas-Esguerra.

Nicaragua denunció en 2001 ese tratado (el Ramírez-López) ante la CIJ aduciendo que le cercenaba su proyección hacia el Caribe (arriba del paralelo 15). La CIJ se pronunció sobre esa denuncia en 2007, año en el que prácticamente lo dejó sin valor ni efecto.

A raíz de esa decisión, la Corte delimitó una parte de la frontera de Honduras y Nicaragua, desde el Cabo de Gracias a Dios hasta el meridiano 82.

A partir de ese punto (meridiano 82) la CIJ dejó una línea punteada (frontera no definida) previendo que ese tribunal debía dilucidar otro diferendo entre Nicaragua y Colombia y que tenía de cierta forma mucha relación.

Nuevas fronteras

Con el fallo de ayer esa línea punteada se convierte en definitiva, según la apreciación del experto en diplomacia Graco Pérez.

Sin embargo, la Corte concluyó que Colombia y no Nicaragua, tiene soberanía sobre los islotes en disputa.

Se trata de los cayos Albuquerque, Bajo Nuevo, Este-Sudeste, Quitasueño, Roncador, Serrana y Serranilla.

Pérez analizó que los cayos Quitasueño y Serrana quedaron en medio del territorio marítimo nicaragüense, que ahora se extiende hasta el meridiano 79 (es decir, que la Corte le otorgó la soberanía a Nicaragua desde el meridiano 82 hasta el 79).

Pérez explicó que eso demuestra que la Corte ha dado, tanto en el caso de Honduras-Nicaragua como Colombia-Nicaragua, mayor importancia al ejercicio soberano (documentado) de las naciones sobre las aguas en disputa y no a los tratados.

Afirmó que en esencia los dos tratados han quedado sin validez porque la Corte ha delimitado nuevas fronteras.

Honduras guardaba esperanzas en torno a un fallo favorable a Colombia, sobre todo para que ratificara la frontera marítima en el meridiano 82, que sirvió de base para firmar el tratado Ramírez-López entre Honduras y Colombia.

De cierta forma eso le daría a Honduras la oportunidad de ratificar una parte de la frontera con Colombia, pero a partir del meridiano 82 hasta el 80 y sobre el paralelo 15.

Esto no ocurrió y esta esperanza prácticamente se ha desvanecido, en opinión de Pérez. Se pidió una versión sobre el tema en la Cancillería, pero dijeron que el canciller Arturo Corrales estaba en una reunión fuera de la oficina.

Un experto de la Cancillería, conocedor del tema, dijo que “solo el canciller tiene libertad de dirigirse a los medios, el resto de las comunicaciones oficiales se hacen por comunicados”.