Tegucigalpa, Honduras.
En un informe, el Juzgado de Ejecución de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) recomendó cerrar el Módulo de Máxima Seguridad (MMS), ubicado en Támara.
“Que se cierre el módulo de segregación administrativa hasta que reúna las condiciones adecuadas, tanto en infraestructura, administrativas, se diseñen programas de tratamiento sistemático para que se puedan lograr procesos de rehabilitación y se garantice la efectiva reinserción social”, cita la primera recomendación del informe investigativo.
El MMS se inauguró el 6 de julio de 2011. Llegó a albergar hasta 103 presos, se redujo a 15 luego de constatar que muchos fueron trasladados a ese lugar sin cumplir con el perfil requerido; sin embargo, el número se elevó a 83. “Desde esa fecha se siguen cometiendo los mismos abusos por parte de las autoridades penitenciarias”, señaló Rosa Gudiel, coordinadora del Juzgado de Ejecución.
“Debe ser cerrado porque no reúne las condiciones para que las personas privadas de libertad se encuentren en ese lugar, por todas las vulneraciones a sus derechos fundamentales”, agregó la jueza.
Refirió que hay algunos casos de afecciones sicológicas que sufren privados de libertad; son trasladados a ese lugar sin ningún procedimiento adecuado, sin una resolución por parte de las autoridades penitenciarias.
El fin de este módulo era para trasladar a aquellas personas ligadas a la criminalidad organizada y los de mala conducta en otros centros penales.
Lamentó que la cocina, equipada con ayuda de la Embajada de Estados Unidos, no funciona. Se recomendó que las nuevas prisiones de El Porvenir y Quimistán cumplan con todas las condiciones.
