San Pedro Sula, Honduras.
Aulas equipadas pedagógicamente, laboratorios en buen estado, cupos disponibles en todas las clases generales, pupitres e iluminación suficiente son las exigencias de los universitarios antes que las reformas a las normas académicas sean aprobadas.
Así lo manifiestan en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs) ante el posible cambio del reglamento académico que ha generado malestar e incertidumbre en la población.
Las normas académicas de la Unah son el conjunto de principios y disposiciones fundamentales que regulan la actividad académica institucional y la de los miembros de la comunidad universitaria en sus diferentes funciones fundamentales.
El anteproyecto de las nuevas normas se encuentran en discusión. Son 372 en total y el Consejo Universitario ha revisado solamente 31, esos temas particulares que se han definido tienen que ver con los fundamentos, principios, características, fines y conceptualización de la Educación Superior.
Las autoridades aseguran que no se contempla en ningún artículo un alza desproporcionada a ninguno de los servicios que ofrece la Universidad.
Luego de las recientes protestas hechas por algunos sectores por el cambio de índice de permanencia del 40% al 60%, que estaría contemplado en el artículo 243 de las nuevas normas académicas y de la aprobación de clases de 60% al 70%, que estaría plasmado en el artículo 253, las opiniones apuntan a que las autoridades deben empeñarse en mejorar las necesidades permanentes y evidentes dentro del campus antes de cualquier cambio.
LA PRENSA dialogó con un grupo de universitarios que expresó su preocupación ante los cambios que en la mayoría de los casos “los conocen hasta que ya están aprobados”.
Bueno y malo
Para jóvenes como Scarleth Tejeda, estudiante de Psicología, los cambios siempre son buenos y más si su objetivo es mejorar y nivelarse ante otras universidades de alto nivel, sin embargo, señala que debe haber mecanismos eficientes para evaluar y que no sea un fracaso.
“Entiendo que se quiere mejorar la calidad educativa, pero las autoridades no deben olvidar que no es nada fácil aprobar una clase. Deben haber métodos de evaluación eficientes para que sea justo”.
Un aumento a la matrícula y derecho al laboratorio es considerado como injusto, pues privatizaría la educación pública y los laboratorios no tienen calidad.
“No entendemos por qué la Unah en Tegucigalpa tiene mejores instalaciones que nosotros. El Gobierno provee presupuesto y debe darse 50 y 50 para las regionales”, dijo Adalid Espinoza.
Paola Fernández, de Odontología, considera que quienes van a la universidad a estudiar no tendrán ningún problema para someterse a los cambios.
