San Pedro Sula, Honduras.
Expertos internacionales comenzaron ayer un taller impartido a estudiantes de La Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula sobre desarrollo textil, agroindustria y turismo.
El primer tema abordado fue el relacionado con la industria textilera en el país, considerada por los expertos como una de las principales bases económicas por ser una importante generadora de empleos y una de las más bastas en materia de exportaciones.
Los expositores destacaron que la competitividad, el potencial de innovación y la vinculación entre universidades y empresas son las claves principales para el desarrollo de los países.
Estos son factores que promueven grandes beneficios, los cuales recaen en las universidades, las empresas y los propios profesionales, según dijeron.
Roberto Escarré, expositor de la Universidad de Alicante, de España, consideró que la industria textil, la universidad y el Gobierno deben trabajar de la mano para lograr grandes resultados en el progreso de las naciones.
Las universidades son las que proporcionan el recurso humano a las empresas, mientras que estas ofrecen las prácticas y concretan el proceso de intercambio cuando están abiertas a los cambios, expresó.
“Lo primero es conocerse, las universidades deben saber lo que hace la industria y la industria lo que hacen las universidades. Estas deben interesarse por mejorar el capital humano que proporcionan a las empresas, además de ofrecer una investigación especializada”, dijo Escarré.
Los expertos identificaron algunos de los factores que favorecerían a que la relación sea efectiva, tales como la creación de un marco legal e institucional.
“Un entorno científico donde la universidad y los centros ofrezcan investigación con una orientación en la aplicación de atención a las necesidades de la industria”.
Es necesario un entorno productivo abierto a la innovación, donde se demuestre que el no innovar tiene como consecuencia irreversible el no ser competitivo.
Otros temas serán abordados hoy y mañana con el objetivo de establecer propuestas en beneficio del progreso de las naciones, ya que la innovación no es una elección, es una obligación del mercado. Hoy será analizado el desarrollo agroindustrial, sus debilidades y fortalezas, y cómo trabajar para mejorarlo. Mañana continuarán las disertaciones sobre turismo como generador de ingresos al país.
Manlio Martínez Cantor, quien representó a la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología, manifestó que esta dependencia está en la mayor disposición de colaborar con el surgimiento de nueva metodología a favor del desarrollo tecnológico de las empresas y universidades.
“El proceso de legislación que se ha aprobado concibe la creación de laboratorios y de un programa de ciencia y tecnología que estaría contribuyendo a financiar la investigación, de forma que los jóvenes ataquen las necesidades que demandan los sectores industriales”, dijo el funcionario.
Expertos internacionales comenzaron ayer un taller impartido a estudiantes de La Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula sobre desarrollo textil, agroindustria y turismo.
El primer tema abordado fue el relacionado con la industria textilera en el país, considerada por los expertos como una de las principales bases económicas por ser una importante generadora de empleos y una de las más bastas en materia de exportaciones.
Los expositores destacaron que la competitividad, el potencial de innovación y la vinculación entre universidades y empresas son las claves principales para el desarrollo de los países.
Estos son factores que promueven grandes beneficios, los cuales recaen en las universidades, las empresas y los propios profesionales, según dijeron.
Roberto Escarré, expositor de la Universidad de Alicante, de España, consideró que la industria textil, la universidad y el Gobierno deben trabajar de la mano para lograr grandes resultados en el progreso de las naciones.
Las universidades son las que proporcionan el recurso humano a las empresas, mientras que estas ofrecen las prácticas y concretan el proceso de intercambio cuando están abiertas a los cambios, expresó.
“Lo primero es conocerse, las universidades deben saber lo que hace la industria y la industria lo que hacen las universidades. Estas deben interesarse por mejorar el capital humano que proporcionan a las empresas, además de ofrecer una investigación especializada”, dijo Escarré.
Los expertos identificaron algunos de los factores que favorecerían a que la relación sea efectiva, tales como la creación de un marco legal e institucional.
“Un entorno científico donde la universidad y los centros ofrezcan investigación con una orientación en la aplicación de atención a las necesidades de la industria”.
Es necesario un entorno productivo abierto a la innovación, donde se demuestre que el no innovar tiene como consecuencia irreversible el no ser competitivo.
Otros temas serán abordados hoy y mañana con el objetivo de establecer propuestas en beneficio del progreso de las naciones, ya que la innovación no es una elección, es una obligación del mercado. Hoy será analizado el desarrollo agroindustrial, sus debilidades y fortalezas, y cómo trabajar para mejorarlo. Mañana continuarán las disertaciones sobre turismo como generador de ingresos al país.
Manlio Martínez Cantor, quien representó a la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología, manifestó que esta dependencia está en la mayor disposición de colaborar con el surgimiento de nueva metodología a favor del desarrollo tecnológico de las empresas y universidades.
“El proceso de legislación que se ha aprobado concibe la creación de laboratorios y de un programa de ciencia y tecnología que estaría contribuyendo a financiar la investigación, de forma que los jóvenes ataquen las necesidades que demandan los sectores industriales”, dijo el funcionario.
