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Ángel Garachana: 'Levantemos en Honduras ramos de paz y no armas”

  • 10 abril 2014 /

Monseñor Ángel Garachana, obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, dio ayer su mensaje a la feligresía sampedrana para Semana Santa y llama a pedir a que cese la violencia en el país.

San Pedro Sula, Honduras

Que esta Semana Santa 2014 sea un tiempo de reflexión, pero sobre todo una oportunidad para mantener la oración perseverante por la paz en el país, pide monseñor Ángel Garachana, obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, a todos los sampedranos.

“Cristo es nuestra paz” lleva por nombre la campaña de evangelización de la Iglesia Católica durante Semana Mayor, la cual hace referencia a que las personas revivan su deseo por la paz, por el compromiso de buscar el bien común y no desvanecer ante la ola de violencia que nos aqueja.

Monseñor Garachana dio ayer su mensaje de Semana Santa en una conferencia de prensa donde llamó a la feligresía a pasar un tiempo en la voluntad de Dios. Para esto hizo una relación entre el domingo de Ramos, el Jueves Santo, Viernes Santo y el Domingo de Resurrección con lo que pasa en Honduras.

“Jesús no entra en Jerusalén como dominador y al son de guerra, sino manso y humilde al son de la paz, quiero que la paz de Dios corra abundante por nuestras calles y nuestros campos, que quienes ejercen el poder en Honduras lo pongan al servicio de la paz. Levantemos en Honduras ramos de paz y no armas de muerte”, exclamó.

El Jueves Santo hace referencia sobre la celebración de la última cena del Señor con sus discípulos, que obedecían a su mando. “Celebrar el Jueves Santo es acoger agradecidos el amor del Señor que se hace mediante entrega y servicio y renovar en nosotros el amor fraterno, quitando del corazón el rechazo, desprecio, odio hacia los demás.

De esta manera la fraternidad del Jueves Santo será fundamento y camino para la Paz en Honduras”, puntualizó.

La Paz que brota de la cruz, se refiere al Viernes Santo, donde la Iglesia pide a su feligresía a mirar la cruz del Señor una prueba fehaciente de su deseo de paz entre nosotros.

“Debe crecer en nosotros el propósito sincero de ser constructores de paz y promotores de reconciliación. Honduras en este Viernes Santo y todos los días, mira la cruz del señor de donde brota la paz”, pidió.

El Domingo de Resurrección, el paso de Jesús de este mundo al padre, de la muerte a la vida, de la humillación a la glorificación, debe ser un día de plena celebración y de una oportunidad para buscar una transformación en nuestras vidas. “Esta paz, regalo del resucitado, no es simplemente ausencia de guerra o de conflictos, ni resultado del equilibrio de las fuerzas, esta paz apunta hacia la plenitud de vida, recoge como en un haz las bendiciones de Dios, asegura el bien de las personas”.

El obispo invitó a todos los hondureños, pero en especial a los sampedranos a vivir un verdadero encuentro con Jesucristo en esta Semana Santa porque “Él es nuestra paz”. Monseñor también habló sobre la violencia que está cobrando la vida de cientos de hondureños, primordialmente de sampedranos.

“Una bala perdida, una arma asesina, un corazón endurecido por la violencia mate un niño inocente nos duele en lo más profundo del corazón, por eso es urgente desarrollar los métodos para un control de armas en el mundo”, dijo.
El religioso aseguró no creer que Honduras sea uno de los países más violentos de América Latina y pide a las personas no creer en toda la información que desprestigia al país. Añadió que hay muchas formas de violencia y que debemos estar vigilantes y trabajar en la prevención en cada una de ellas.

El máximo líder católico en San Pedro Sula mantiene la postura de la iglesia sobre el uso de la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE). “Es una cuestión antropológica, donde comienza la vida, fue quiste que le salió a la mujer o hay vida humana, se está destruyendo una vida humana, porque allí hay una vida por desarrollarse”, aseveró.