Cuando era un joven de 24 años trabajaba en el área de seguridad de una empresa y ayudaba a personas con alguna discapacidad física para ingresar o salir de las oficinas. Santos Castañeda nunca imaginó que dentro de poco tiempo él iba a estar en esa misma condición.
Un disparo de arma de fuego en la columna lo dejó paralítico, situación que tuvo que asumir por su propio bien, dice.
“Un disparo me cambió la vida. Ya tengo 29 años de no poder caminar y durante este tiempo lo más difícil para mí ha sido la imposición de la discapacidad, al no tener la ciudad las condiciones para que podamos movilizarnos, no hay facilidades ni para llegar al parque”, expresó Castañeda.
Ayer con otros compañeros de la Asociación de Personas con Retos Especiales en Honduras (Apreh) llegó a la alcaldía sampedrana para anunciar una actividad que tendrán hoy que se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad; aunque más que celebrar quieren recordar que tienen derechos que se deben cumplir y que demandan oportunidades laborales al igual que cualquier ciudadano; pues aunque algunos no pueden caminar, ver u oír, tienen habilidades que las pueden desarrollar.
Según esta asociación, en San Pedro Sula unas cinco mil personas enfrentan una discapacidad, muchas la han adquirido en el transcurso de su vida ya sea por un accidente o un hecho violento como el caso de Castañeda.
Exigen respeto
El lema de la celebración internacional este año es Romper las barreras, abrir las puertas y eso es lo que esperan ellos que se logre con las nuevas autoridades municipales y gubernamentales en San Pedro Sula y Honduras.
Rubén Vásquez, coordinador de la unidad nacional de ciegos, dice que lo único que piden es el cumplimiento a los tratados internacionales que ha firmado Honduras.
“Hay una convención establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde el punto central está en la accesibilidad al trabajo, educación, entorno físico y social, empezando por la familia porque en muchos casos no apoyan debidamente para la inclusión a las personas con discapacidad”, dijo Vásquez.
Se quejan porque hasta para hacer una transacción bancaria se les violan sus derechos al igual que cuando usan el transporte público urbano que no los quieren transportar por su condición.
“Hay algunas instituciones bancarias que por seguridad no nos permiten entrar con bastón, cuando es el medio que utilizamos para desplazarnos dejándonos en desventaja. Los derechos de las personas con discapacidad son iguales a los que de cualquier otra, pero somos más vulnerables”, agregó Vásquez.
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1992 –último año del Decenio de la ONU para los Discapacitados– fue con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre la situación y necesidades de las personas con discapacidad, así como destacar los beneficios y ganancias que derivan de su integración en los distintos ámbitos de la sociedad, política, social, económico y cultural.
