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Delincuencia estresa a sampedranos

  • 14 noviembre 2011 /

Una organización ofrece ayuda psicológica, jurídica y terapia individual.

Aunque parezca increíble, un suicidio se puede evitar con solo que quien está en crisis oiga la voz amable de otra persona que, aunque desconocida, está dispuesta a escuchar y trata de entender los problemas del individuo que se encuentra del otro lado del auricular.

El Teléfono de la Esperanza es eso. Una organización que ofrece ayuda psicológica y jurídica y terapia individual y de pareja con el fin de resolver los problemas emocionales de los ciudadanos sin costo alguno.

La psicóloga Judith García, coordinadora de este proyecto, dice que la mayor parte de las personas que llaman a la institución ha presentado problemas de depresión por muchos años, lo que termina desencadenando una crisis nerviosa. “El 38% de las llamadas que recibimos tiene que ver con depresión, soledad, intentos suicidas, problemas familiares y rupturas de parejas”.
Familias disfuncionales

García indicó que otro gran porcentaje de llamadas es de padres desesperados que no tienen comunicación con sus hijos y de adolescentes que dicen que no son comprendidos por sus progenitores.

“San Pedro Sula es una ciudad enferma, que sufre por tener familias disfuncionales. Un gran porcentaje de la gente deprimida se debe a los problemas familiares, sociales, políticos y económicos”.

Expresó que es necesario que las autoridades comiencen a trabajar en la estructura familiar, pues la delincuencia solo es el reflejo de la falta de una buena base que debe ser forjada en el hogar. En los últimos años, las atenciones han aumentado significativamente.

Entre 2011 y 2012 se han contado de 4,000 a 5,000 llamadas cuando antes solo se recibían anualmente 700.


Esta semana, la institución está celebrando los cuarenta años de su sede en España.

En conmemoración de esa fecha se ofrecerá una charla el martes 15 de noviembre en las instalaciones de la organización, en la quinta calle, 13 y 14 avenidas, colonia Alameda, donde se hablará de la importancia del voluntariado y se presentarán los logros obtenidos en la ciudad en estos siete años de servicio.

Según monseñor Rómulo Emiliani, el problema de San Pedro Sula se debe al estrés acrecentado por la zozobra en que vive la población debido a la delincuencia.


“Las personas tienen miedo de ser asaltadas y secuestradas o morir en manos de los delincuentes. Eso causa desequilibrio mental y emocional”.

Quienes tienen problemas emocionales y deseen comunicarse con el Teléfono de la Esperanza pueden hacerlo marcando el 2558-0808.