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Joyas turísticas entre la maleza y la desidia

  • 08 octubre 2011 /


La maleza y el abandono tienen atrapadas a dos joyas turísticas de San Pedro Sula: la Laguna de Jucutuma y el parque arqueológico Currusté.

Los esfuerzos hechos por las autoridades municipales quedaron perdidos, pues la crisis financiera de la Alcaldía también se refleja en esos proyectos donde el personal dejó de trabajar ante la falta de pago. Es el quinto parque arqueológico de Honduras, sobre el cual se desarrollaron grandes eventos culturales. Personalidades recorrieron las excavaciones y técnicos del Instituto Hondureño de Antropología e Historia trabajaban en él, hoy está cerrado y ni siquiera tiene un guardia para cuidar las excavaciones que están cubiertas de maleza.

Currusté es uno de los pocos sitios monumentales que sobrevive dentro de la ciudad de San Pedro Sula y está bajo la protección del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, IHAH, desde fines de la década de los setenta.

Posee alrededor de un centenar de estructuras. La historia dice que el complejo principal consiste en dos amplias plazas rodeadas de montículos que alcanzan cinco metros de altura. En las plazas se encuentran estelas planas y lisas y en excavaciones realizadas en julio y agosto de 2007 por la doctora Jeanne Lopíparo de la Universidad de California-Berkeley, EUA, se encontraron restos importantísimos, incluyendo el logo del futuro parque y un bello torso femenino que fue llamado la “Venus de Currusté”.

Los vecinos manifiestan que al lugar no se puede entrar porque el guardia dejó de trabajar por falta depago, lo único que quedó son los rótulos en la carretera donde dice Currusté, la flecha señala para llegar al lugar pero ahora sólo hay zancudos y monte.

Laguna

Otra joya a punto de perderse es la Laguna de Jucutuma, ubicada a unos 10 kilómetros al noreste de la ciudad de San Pedro Sula, sobre la carretera que conduce a Ticamaya cerca de Currusté.En 2010 el alcalde de San Pedro Sula, Juan Carlos Zúniga, recibió en su despacho la visita de representantes de la Asociación Educación Ambiental de Honduras, Edamh, a quienes según el vicealcalde Eduardo Bueso se les autorizó el “Rescate de la Laguna de Jucutuma”, pero eso quedó en palabra. En las redes sociales hay fotografías y publicidad acerca de lo que se hará, pero en la realidad la laguna se ahoga en su propia lechuga.

El vicealcalde manifestó que se han hecho visitas de campo y la situación ha empeorado porque sólo se limpia un poco cuando el viento lo permite.

“No hay limpieza ni artesanal ni con máquina, pues la municipalidad tenía personal para darle mantenimiento artesanal pero se canceló por la crisis financiera”.

Señaló que desconocen qué ha pasado con Edamh.

Dijo que en el caso del parque Currusté lo único que se sabe es que los fondos que habían sido destinados para ello se fueron a otro proyecto y por eso no pudo construirse ni el centro de museo ni el centro de visitantes.

Sabemos que es un recurso valioso, desde ya se está tratando de incluir una partida en el presupuesto del próximo año para recuperar el parque, dijo. Actualmente muchas personas se dedican a la pesca artesanal en la Laguna de Jucutuma y algunos turistas guiados por la señalización llegan a buscar Currusté, pero sólo encuentran maleza y abandono.