Con el compromiso de darlo todo para organizar el trabajo policial en tareas de prevención de delitos y cambiar la imagen de violencia en San Pedro Sula llega Amílcar Mejía Rosales, nuevo jefe de la Policía Metropolitana número 2. Desde el lunes organizará los equipos de trabajo en los distritos policiales.
El diseño de estrategias y resultados de sus subalternos son claves. “No hay tiempo que perder”. Asegura que el acercamiento con patronatos, Iglesia, sectores educativos y organizaciones está dentro de sus propósitos.
“Hay que darle seguimiento al trabajo que deja el subcomisionado Sauceda, vamos a abrir espacios para estar en contacto permanente con la población. Es un gran reto dirigir la seguridad de la ciudad, soy un creyente de Dios y solo con su guía vamos a salir adelante”, dijo a LA PRENSA el nuevo jefe policial.
Las máximas autoridades de la Secretaría de Seguridad dieron a conocer el miércoles 81 cambios en los mandos intermedios de la Policía Nacional, tras una creciente ola de crímenes que han ocurrido en los últimos días en diferentes sectores del país.
Mejía Rosales entrega hoy su cargo de jefe Departamental en Colón, responsabilidad que ostentó durante 18 meses.
Durante su carrera policial figura como instructor de la Academia Nacional de Policía (Anapo), en 2000; fue subjefe departamental en Cortés en los años 2004, 2005 y 2010; además subjefe de la Policía Metropolitana en San Pedro Sula en 2011, dentro de otros cargos desempeñados. La disciplina, aseguró, será parte de las exigencias que se planteara dentro de la jefatura para evitar la impunidad.
“Estamos claros que el nuevo esquema de trabajo exige no solo resultados, sino también disciplina dentro de la institución; y estamos conscientes que el proceso de depuración debe continuar”.
