16/04/2024
12:06 AM

El hada madrina de las adopciones

Hasta sus colegas le consultan cuando quieren ejecutar un proceso de adopción.

Muchas criaturas que fueron abandonadas en un hospital, o dejadas a la intemperie por su propia madre para que las recogiera la muerte, crecen ahora alegres en el seno de un hogar gracias a los procesos de adopción efectuados por la abogada Jéssica Ferrera.

Sus colegas la llaman “la reina de las adopciones” porque cuando no está ayudando a una pareja a adoptar un niño asesora a otros profesionales sobre cómo hacerlo porque es una experta en ese campo.

Se ha metido con todo y ropa a sacar de las aguas del abandono a los niños que por diferentes razones no tienen una madre que los cuide con ternura, siempre que haya una pareja que quiera adoptarlos y cumpla con los requisitos legales.

La adopción es uno de los actos más nobles si se hace por la satisfacción de darle amor a una criatura, más que por solucionar un problema en la vida o el hogar de la pareja que quiera adoptarla, según dice.

Se especializó en materia penal, pero prefiere dedicarse al derecho de familia para ayudar a las parejas que tienen en su casa el vacío de un hijo y a la vez rescatar a los pequeños abandonados para que tengan una mejor vida.

Aunque estén en una Casa Hogar, adonde tienen alimentación y cobijo, les hace falta quien los estreche contra su pecho, los acaricie y los haga sentirse seguros por unos minutos, dice.

En estos días de la Navidad sobra quien les lleve juguetes, ropa y un rato de diversión; pero qué pasa el resto del año o al momento en que van a dormir y no hay quién les dé el beso de las buenas noches, se pregunta la abogada.

Ella se crio en un hogar integrado en el que a la madre le gustaba cuidar a niños que no disfrutaban de muchas comodidades en su casa. Eso quizá la motivó a convertirse en una mujer pro adopción, aunque su verdadera vocación la sintió cuando era maestra de una escuela antes de convertirse en madre y abogada.

Sucedió cuando con sus compañeras llevaron ropa y juguetes a un albergue del Inhfa (Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia) adonde presenció algo que la dejó impresionada gratamente. Estaba ella en la sala de espera cuando salió una niña tímida de aproximadamente año y medio vestida de princesa con su vestidito rosado de encajes y revuelos. La recibió una mujer elegante que la abrazó y la besó loca de alegría mientras la miraba como incrédula. Era una madre adoptante que llegó a conocer a la chiquilla porque los trámites para llevársela del albergue estaban por cumplirse.

“Me imagino que esa señora no durmió toda la noche pensando en el momento de conocer a su futura hija”. Por eso el personal del Inhfa había vestido a la niña como la princesa de un cuento que estaba por tener un final feliz.
Procedimiento fácil

A la abogada le complace mucho ver la cara de felicidad de las personas cuando les da información sobre las adopciones. “Sonríen porque se dan cuenta de que ni los requisitos ni el procedimiento son tan difíciles de cumplir y de realizar”; sin embargo, tienen que cumplirse al pie de la letra, si se pasa por alto uno solo por desconocimiento, se echa a perder todo lo que se ha hecho y con ello la felicidad de un niño y de una pareja.

Ya sucedió que un niño que fue adoptado por un matrimonio de norteamericanos no pudo salir del país, no obstante, que había una sentencia favorable de la juez. La embajada, que es muy recelosa, no le dio la visa de salida porque el abogado que llevaba el caso no hizo el procedimiento a través del Ihnfa.

Alabó que el Ihnfa cuente con un departamento de adopciones que actúa con transparencia y rectitud para que las parejas adoptantes cumplan con todos los requisitos que establece la ley. Una vez un político quiso presionar al comité para que aprobara una adopción, pero el comité se negó a hacerlo porque la pareja no tenía los tres años de casados que establece la ley.

Lo que se necesita es establecer un mecanismo que podría ser una alianza entre el Ihnfa y la Corte Suprema de Justicia, para que el procedimiento sea más rápido porque hay muchos niños que necesitan cuanto antes ser adoptados por la situación en que se encuentran.

Citó el caso de un bebé que fue encontrado abandonado a la intemperie con sus genitales comidos por las alimañas; él fue adoptado finalmente por una pareja de canadienses cuando su problema estaba avanzado. Al niño lo operaron en Canadá, pero hubiese sido tal vez menos traumático su tratamiento si los trámites de adopción hubieran salido antes, dijo.
La abogada se ha sorprendido además porque en muchas ocasiones, por una agradable coincidencia, el infante que será dado en adopción se parece a sus futuros padres.

No se le olvida el día que una mujer la llamó casi llorando de la emoción desde España para decirle que el niño hondureño que estaban por adoptar con su esposo se parecía increíblemente a él. “Es orejón como mi esposo”, dijo la dama al otro lado de la línea después de ver la fotografía que le había mandado la profesional en vísperas de la Navidad.
Informó que tiene varios procesos de adopción pendientes para el próximo año, entre ellos uno muy especial: un niño para ella porque solamente tiene dos hijas. Lo único que pide es “que sea trigueño como el papá”.