24/04/2024
11:28 AM

Ewan McGregor se internó en La Mosquitia hondureña

Junto a Ray Mears el actor Ewan McGregor de Star Wars viajó a Honduras para filmar un documental.

La Mosquitia, Honduras

El actor escocés Ewan McGregor, sin importarle las variables temperaturas, la humedad y el peligroso recorrido por la selva de la Mosquitia hondureña, se sumergieron en 2001 en un viaje a Honduras para una experiencia inolvidable en la densa región de Honduras junto al instructor de supervivencia Ray Mears.

Con solo unas cuantas clases de supervivencia básica, la estrella de Hollywood y Ray se adentraron en un viaje de cuatro días en el que Ewan McGregor fue puesto a prueba ya que su acompañante no es nada permisivo cuando de aventuras se trata.

Ray es conocido por poner al límite a quienes le acompañan en sus excursiones y Ewan McGregor debió someterse a la humedad del bosque lluvioso y a los reptiles y otros bichos.

Este programa fue promocionado de nueva cuenta por la BBC Travel a inicios de este 2014 llamándolo “Las ruinas de una civilización perdida que cuenta con una plaza enorme que ha estado escondida por siglos”.

La prestigiosa cadena agrega “este es un viaje que el dinero no puede comprar”.

El trabajo audiovisual al completo puede verse en YouTube bajo el nombre de 'Trips money can’t buy - Ray Mears'.

A pesar del tiempo que tiene este programa, fue hasta que BBC Travel lo promocionó de nueva cuenta para que muchos hondureños pudieran conocer de esta expedición que hizo el actor conocido por sus papeles en Star Wars y Moulin Rouge hace casi 13 años.

Las primeras investigaciones arqueológicas en esta región fueron realizadas como estudios generales, no sistemáticos del noreste y este de Honduras. Herbert Spinden efectuó encuestas a lo largo de la costa de La Mosquitia de Honduras y Nicaragua en la década de 1920. Junius Bird también realizó breves investigaciones para el Museo Americano de Historia Natural.

Prospecciones arqueológicas se llevaron a cabo en las Islas de la Bahía en Honduras por Jeremy Epstein en 1975, marcando su primera visita a este país. Su tesis, escrita 18 años antes de su primer viaje a Honduras, se basó en las colecciones llevadas a los EEUU por Strong y otros de proyectos anteriores que sigue siendo una de las fuentes más valiosas de la cerámica oriental de Honduras.