Santa Rosa de Copán, Honduras.
Esta navidad el cerdito seguirá siendo horneado en decenas de hogares, pero no por las mismas manos que por más de 60 años lo hicieron con dedicación.
La noche del viernes pasado, familiares de Doña María Olimpia Alvarado de Erazo (84) confirmaron el deceso de la mujer que logró ser un icono de la gastronomía copaneca y nacional, esto por cocinar la tradicional 'chanchita horneada'.
Centenares de familiares, amigos y clientes de doña Olimpia le dieron el último adiós a una mujer que dedicó 60 años a perfeccionar el plato típico de la región.
María Olimpia nació en Santa Rosa de Copán el 12 de octubre de 1929 y fue a los 20 años que empezó a hornear cerdos y cocinar deliciosos nacatamales para vender. Tuvo 10 hijos, 120 nietos y 38 bisnietos, quienes aprendieron diferentes oficios.
Nunca fue a la escuela, pero doña Olimpia dedicó su vida a cocinar deliciosos platillos que por años han sido disfrutados por locales, nacionales e incluso extranjeros que se deleitaron con su sazón.
La impulsadora de la deliciosa 'chanchita horneada' falleció en un centro asistencial privado de Santa Rosa, tras sufrir complicaciones por una neumonía.
Aníbal Erazo Alvarado, hijo de Doña Olimpia y además alcalde del municipio de Santa Rosa de Copán, dijo que la muerte de su progenitora sorprendió a la familia puesto que 'estuvo enferma dos días nada más. Lo que sí nos dijeron es que sus pulmones estaban muy afectados por el humo de las hornillas. Vivió de la cocina pero también murió por ello', lamentó.
El negocio seguirá
A pesar que doña Olimpia ya no estará más al frente del negocio, sus hijos prometieron continuar con el sueño de su madre.
'Este negocio fue el sueño de nuestra madre y nunca dejaremos que decaiga. Su chanchito sera recordado por siempre' confió Aníval, y agregó que 'nosotros la recordaremos como una mujer luchadora, humilde que nos enseñó a no mentirle a la gente y a trabajar por nuestra ciudad'.
El cuerpo de Doña Olimpia fue velado en su casa de habitación en el barrio Santa Teresa, por decenas de personas que quisieron darle un último adiós. Varias calles se cerraron para albergar un espacio para todas las personas que asistieron al velorio.
Este día sera sepultado el cuerpo en el cementerio general del municipio de Santa Rosa de Copán.
Esta navidad el cerdito seguirá siendo horneado en decenas de hogares, pero no por las mismas manos que por más de 60 años lo hicieron con dedicación.
La noche del viernes pasado, familiares de Doña María Olimpia Alvarado de Erazo (84) confirmaron el deceso de la mujer que logró ser un icono de la gastronomía copaneca y nacional, esto por cocinar la tradicional 'chanchita horneada'.
Centenares de familiares, amigos y clientes de doña Olimpia le dieron el último adiós a una mujer que dedicó 60 años a perfeccionar el plato típico de la región.
María Olimpia nació en Santa Rosa de Copán el 12 de octubre de 1929 y fue a los 20 años que empezó a hornear cerdos y cocinar deliciosos nacatamales para vender. Tuvo 10 hijos, 120 nietos y 38 bisnietos, quienes aprendieron diferentes oficios.
Nunca fue a la escuela, pero doña Olimpia dedicó su vida a cocinar deliciosos platillos que por años han sido disfrutados por locales, nacionales e incluso extranjeros que se deleitaron con su sazón.
La impulsadora de la deliciosa 'chanchita horneada' falleció en un centro asistencial privado de Santa Rosa, tras sufrir complicaciones por una neumonía.
Aníbal Erazo Alvarado, hijo de Doña Olimpia y además alcalde del municipio de Santa Rosa de Copán, dijo que la muerte de su progenitora sorprendió a la familia puesto que 'estuvo enferma dos días nada más. Lo que sí nos dijeron es que sus pulmones estaban muy afectados por el humo de las hornillas. Vivió de la cocina pero también murió por ello', lamentó.
El negocio seguirá
A pesar que doña Olimpia ya no estará más al frente del negocio, sus hijos prometieron continuar con el sueño de su madre.
'Este negocio fue el sueño de nuestra madre y nunca dejaremos que decaiga. Su chanchito sera recordado por siempre' confió Aníval, y agregó que 'nosotros la recordaremos como una mujer luchadora, humilde que nos enseñó a no mentirle a la gente y a trabajar por nuestra ciudad'.
El cuerpo de Doña Olimpia fue velado en su casa de habitación en el barrio Santa Teresa, por decenas de personas que quisieron darle un último adiós. Varias calles se cerraron para albergar un espacio para todas las personas que asistieron al velorio.
Este día sera sepultado el cuerpo en el cementerio general del municipio de Santa Rosa de Copán.
