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Desde Colombia a México, los Valle tenían socios claves

  • 18 octubre 2014 /

Florida, Copán.

Combinaban la brutalidad y la corrupción para asegurar su blindaje en el corredor norte de Copán, donde establecieron un emporio.

El cartel de los hermanos Valle Valle se resguardó con el pago de protección a las autoridades locales, quienes por más de 15 años les garantizaron sus operaciones de trasiego de droga sin problemas.

Eran amos y patrones e incluso a Miguel Arnulfo Valle Valle se le llamó el Señor de la Frontera. En El Espíritu –una aldea de Florida en Copán–, Arnulfo y sus hermanos Luis Alonso y José Reynerio montaron su centro de operaciones y empezaron por transportar pequeñas cantidades de base de coca procedente de Colombia.

En 1997, los Valle comenzaron a tejer los hilos para establecer alianzas y contar con los socios estratégicos que les permitieran agilizar el tráfico de cocaína por la vía marítima y aérea a Honduras y desde aquí hacerla llegar por la vía terrestre a México.

Poco a poco, la red se consolidó y en Colombia, El Salvador, Guatemala y México afincaron sus aliados y eran parte de la estructura del cartel de Sinaloa en el área.

Los aliados

En Colombia, un socio clave para el cartel de los Valle fue un narco del valle de Santander, conocido como Serrucho, quien les hacía los envíos de decenas de miles de kilogramos de cocaína. Serrucho , un exrastrojo, fue clave para la estructura criminal que en poco tiempo fue creciendo y de cantidades pequeñas pasaron a trasladar entre cinco y veinte toneladas de cocaína al mes, según un informe que elaboró la DEA.

Con el contacto en tierras colombianas, los hermanos Valle pensaron en grande y cuando en 1998 Jorge Ulloa Sibrián, alias Repollo , los buscó como contactos para que le proveyeran la droga a El Salvador, su estructura se amplió.

“Fue a finales de 1997 que Sibrián llegó a La Entrada, Copán, y fue presentado con los hermanos Valle: Luis, Arnulfo y Reynerio, que era el grupo clave de apoyo del cartel de Sinaloa en Centroamérica”, explicó uno de los investigadores. Pero cuando Sibrián los buscó, estos no tenían droga.

Fue hasta en 1998 que comenzaron a distribuir la droga a Ulloa Sibrián y desde entonces fueron sus aliados permanentes.

Otro punto de interés para los Valle fue Guatemala.

En este país, los hondureños coordinaron operaciones con el grupo de Jairo Orellana y el cartel de Ipala, donde jugó un papel prominente el Tres Quiebres, un terrateniente de 37 años y hombre de confianza de Los Lorenzana, cartel que opera en el oriente de Guatemala.

“Uno de los integrantes de la organización hondureña huyó a Guatemala y contó con la colaboración del Tres Quiebres”, explicó un investigador.

En México, los Valle establecieron contacto con César Gastelum Serrano, miembro del cartel de Sinaloa, quien recibía la droga en ese país para trasladarla a EUA.

En varias ocasiones sostuvieron reuniones con sus contactos en El Espíritu, Copán, que fue el punto de reuniones de sus negocios.

Según reportes de las autoridades, en El Espíritu se refugió muchas veces el narco Chapo Guzmán.