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Denuncian ante la OEA injerencia de Venezuela en elecciones hondureñas

  • 17 noviembre 2017 /

Tegucigalpa, Honduras

Luego de que el exsubsecretario de Estado de Estados Unidos, Otto Reich, denunciara que un grupo de ciudadanos venezolanos llegaron encubiertos a Honduras con el objetivo de desestabilizar las elecciones generales, la fundación Arcadia con sede en Washington D.C. envió una carta a la Organización de Estados Americanos (OEA) interponiendo la denuncia.

En la misiva dirigida al secretario general Luis Almagro, Robert Carmona, presidente de la fundación, adjuntó el listado de los 145 venezolanos que ya están en el país.

Carmona señala que la intención del grupo de venezolanos es promover un cambio político “para instalar en el país el fracasado y rechazado socialismo del siglo 21”.

La fundación Arcadia, una conocida ONG de incidencia, divulgó el escrito enviado a Almagro, en el cual le expresa su preocupación por esta intervención.

“Nos preocupa en efecto, señor secretario general, que el régimen bolivariano intente alterar con su injerencia sistemática y organizada desde Caracas el proceso electoral hondureño, que debe concluir con la elección presidencial del 26 de noviembre próximo, todo ello con el fin de promover un cambio político para instalar en el país el fracasado y rechazado socialismo del siglo XXI”, dice la carta.

“De acuerdo con información de testigos en Honduras dispuestos a declarar en cualquier proceso judicial que se abriera al efecto, una vez estos ciudadanos en territorio hondureño tuvieron contacto periódico y sistemático con las siguientes personas para tratar asuntos relacionados con las elecciones presidenciales de Honduras: Manuel Zelaya Rosales, Xiomara Castro de Zelaya, Patricia Rodas, Juan Barahona, Rafael Alegría, Enrique Flores Lanza (requerido, prófugo en Nicaragua), Carlos Zelaya, Ricardo Salgado, Wilfredo Méndez, entre otros”.

Expresa su preocupación y lamenta que el régimen venezolano intervenga en los asuntos internos de Honduras ante el silencio peligroso de los Gobiernos democráticos de la región y de las mismas instituciones internacionales y regionales.

Precisa que la injerencia madurista favorece a las organizaciones y los partidos políticos afines al denominado socialismo del siglo XXI para promoverlos y facilitarles el acceso al poder y convertir a Honduras en un socio más del debilitado grupo político regional.