San Pedro Sula, Honduras.
No lo detuvieron los balazos, la prioridad para Erick Escobar la tarde del jueves en medio del fuego cruzado que se daba en la colonia Sandoval Sorto era salvar al menor que observó escondido debajo de un carro.
El agente llegó como parte de los refuerzos que la Policía envió al lugar en apoyo a los compañeros de la Dirección Nacional de Investigación Criminal, que fueron atacados por los malvivientes.
Todos bajaron de las patrullas con sus armas en la mano, corrían, se resguardaban de la balacera; pero Erick desde que detectó al pequeño en riesgo, solo tuvo un pensamiento: salvarlo de la lluvia de balas.
El policía llegó hasta el carro, en segundos agarró al niño en sus brazos y lo sacó de la zona de fuego. Nadie se percataba de la loable labor de este agente, solo la cámara de LA PRENSA, que registró el momento cuando Erick corría con el menor en sus brazos.
“Solo quería salvarlo”
Con humildad, este policía que tiene tres años de estar asignado en la Primera Estación en San Pedro Sula, accedió a relatar los momentos que vivió cuando rescató al niño.
“Cuando llegamos al lugar en apoyo a los compañeros miré al niño que estaba escondido debajo de un vehículo, lo único que pensé fue ir a traerlo para defenderlo del peligro. Fue un impulso, algo rápido donde solo pensé en salvarlo”, relató Escobar.
Los disparos no cesaban mientras con su cuerpo el uniformado protegía al pequeño para evitar que una bala fuera a alcanzarlo.
“Gracias a Dios lo salvé, me siento orgulloso de lo que hice porque no solo es porque cumplí con mi deber, es algo que supera mis fuerzas, porque yo también soy padre de familia y en ese instante solo pensé en mis dos hijos”, expresó.
En esos instantes no solo pensaba en la vida del menor, por su cabeza también cruzó lo que estaría viviendo la madre del pequeño ante la angustia del peligro que enfrentaba el niño.
“Estaba el sentimiento de sacar al niño del peligro, pero también pensaba en su madre. Pensaba en lo que estaría pensando al verlo en peligro y la angustia que vivió. Pero el niño fue valiente también, se mostró tranquilo, nunca lloró, se mantuvo sereno”, dijo.
Cuando la calma retornaba y el peligro disminuía, Erick Escobar asegura que se sintió contento con él mismo, pero que nunca imaginó que la acción valiente que realizó fuera tan elogiada por la ciudadanía.
“Me siento feliz por los comentarios que hacen las personas, aprovecho para pedirles apoyo para la Policía Nacional. Necesitamos que la gente nos vea como sus aliados, estamos para ayudarles y contribuir con la seguridad”, refirió Escobar.
Desde ayer la vida es otra para el policía Escobar, la gente en las redes sociales, en las calles, valora su acción, lo denominan el “héroe de la Sandoval” porque salvó la vida de un niño.
“Es algo bonito lo que viví. Es una experiencia nueva, ahora la gente me reconoce, me llama, me felicitan. Me siento hasta abrumado de tantas cosas que me dicen por lo que hice; pero les digo que no soy un héroe, solo cumplí con el deber para realizar mi labor. Estoy convencido que debo darlo todo por la gente, sin miedo, solo pensando en el bien de los demás y en este caso en el bien del niño” apuntó.
Hace cinco años, Erick Escobar se enroló como policía ante la falta de empleo, sin imaginar que tendría grandes satisfacciones al cumplir con su deber. Haber salvado a un niño no lo envanece, al contrario, dice que ahora está más comprometido con los indefensos.
