San Pedro Sula, Honduras.
Thomas Shannon, consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos, llegó ayer a Honduras y su primera visita fue a la frontera de Corinto, donde ayer ingresaron ocho autobuses con hondureños deportados de varios estados de México, tres de ellos con menores acompañados y no acompañados.
El funcionario estadounidense se sorprendió por los voluntarios que trabajan al servicio de los deportados, entre ellos, socorristas de la Cruz Roja, además de las autoridades policiales y migratorias que todos los días reciben a los compatriotas que no logran atravesar México.
Thomas Shannon, consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos, llegó ayer a Honduras y su primera visita fue a la frontera de Corinto, donde ayer ingresaron ocho autobuses con hondureños deportados de varios estados de México, tres de ellos con menores acompañados y no acompañados.
El funcionario estadounidense se sorprendió por los voluntarios que trabajan al servicio de los deportados, entre ellos, socorristas de la Cruz Roja, además de las autoridades policiales y migratorias que todos los días reciben a los compatriotas que no logran atravesar México.
Ver especial: Niños migrantes de Honduras
El consejero se subió a uno de los buses para conversar con las familias y conocer su realidad. Muchas de las personas con quienes platicó son madres, padres e hijos, que buscan reunificarse, algunos que salieron para buscar una oportunidad de trabajo y otros que han sido expulsados de Honduras por la violencia.
Su diálogo con los socorristas de la Cruz Roja le permitió analizar el tratamiento que dan a los hondureños, recorrió el centro de atención en la frontera y durante varios minutos hizo preguntas a los voluntarios para conocer cómo atienden a los deportados.
“Tengo que decir que los voluntarios como los de Cruz Roja, la Policía Nacional y todas las personas involucradas en la migración me dan mucha confianza. El problema de migración no es nuevo, pero lo que experimentamos ahora con los niños sin acompañantes y las mamás es temáticamente diferente y requiere un tratamiento distinto.
Los voluntarios muestran un rostro humano detrás del problema de la migración”, dijo el funcionario norteamericano.
La visita
A la 1:00 pm, el consejero de Estado arribó al punto fronterizo entre Honduras y Guatemala, donde el inusual movimiento creaba expectativa en los curiosos que observaron el amplio cordón de seguridad en el lado hondureño.
Shannon fue cordial desde su llegada, pidió detalles puntuales de todo el proceso para recibir no solo a los menores deportados, sino a los adultos.
“Queremos ver cómo están trabajando los Gobiernos para afrontar a los migrantes repatriados, sean de México o desde Estados Unidos. Es importante entender cómo regresan las mamás con niños y también los niños sin acompañantes”, dijo Shannon.
Además del recorrido en el centro de atención de la Cruz Roja, visitó la posta de la Policía de Fronteras, donde permaneció varios minutos con los agentes policiales.
También ingresó a las oficinas de Migración para conocer el contexto de lo que ocurre cuando los deportados llegan al país.
Buscan soluciones
En las declaraciones del funcionario para los medios de comunicación resaltó que la solución de la crisis migratoria involucra a los países de origen, tránsito y destino.
“La migración es un problema con corresponsabilidad de todos los países involucrados, los de origen, tránsito y destino. Tenemos la responsabilidad de trabajar conjuntamente para buscar la solución del problema”.
Shannon añadió que la reunión en Washington es clave porque para el presidente Obama es una oportunidad de sentarse con los Presidentes y definir estrategias. “Se busca no solo formar un consenso sobre el problema, sino diseñar un programa de colaboración y cooperación para afrontar la migración. Se debe trabajar para que los migrantes, en vez de buscar el sueño americano, busquen el sueño hondureño y construir las oportunidades aquí”, expresó.
