24/04/2024
04:56 PM

Los Osorio son culpables del secuestro y asesinato de Villatoro

Análisis químicos, cabellos y hasta un lazo multicolor fueron las pruebas que determinaron que la banda secuestró y asesinó al coordinador de noticias de HRN.

Tegucigalpa, Honduras

Eran las 10 de la mañana de ayer cuando tres jueces del Tribunal de Sentencia ingresaron a la Sala de Juicios Orales de la Corte Suprema de Justicia. En sus asientos esperaban Osman Fernando Osorio (29), Edgar Francisco Osorio (24) y Marvin Alonso Gómez (28), miembros de la banda criminal “Los Osorio”, que fueron encontrados culpables por el secuestro agravado del periodista Alfredo Villatoro, coordinador de noticias de HRN hace dos años.

Junto a los tres imputados, esperaban sentencia Katlin y Jessica Zambrano Ortiz, además de Marvin Enrique Oliva, que fueron absueltos por no encontrárseles relación con la banda de “Los Osorio” y el secuestro y asesinato de Villatoro. En hora y media aproximadamente, el Tribunal falló contra los culpables de uno de los crímenes que más conmovió a la sociedad hondureña, en especial al gremio periodístico.

“Osman Fernando Osorio, Edgar Francisco Osorio y Marvin Gómez, este Tribunal de Sentencia los declara culpables a título de autores por el delito de secuestro agravado en perjuicio del señor Alfredo Villatoro.

Se solicita mantener las medidas cautelares de prisión preventiva de las que vienen siendo objeto”, dictó la juez mientras agregaba que la audiencia de individualización de pena se conocerá el 25 de abril próximo.

El secuestro

En silencio total, la juez comenzó a leer la sentencia en la que se relató paso a paso cómo Villatoro fue secuestrado y cómo el Tribunal de Sentencia valoró las pruebas que presentó la Fiscalía General de la República ante el juez competente para determinar la culpabilidad de Osman y Edgar Osorio y Marvin Gómez.

“El 9 de mayo de 2012, aproximadamente a las 5:00 am, el señor Ángel Alfredo Villatoro se conducía en su vehículo hacia su trabajo en una radioemisora de la ciudad capital cuando fue interceptado, a la altura de la colonia Florencia, por varios individuos entre ellos Osman Osorio, Edgar Osorio y Marvin Gómez”, leyó la juez. La togada prosiguió relatando que los ahora culpables iban en varios vehículos entre ellos una camioneta Mazda y un carro pick up Mitsubishi L200 doble cabina, donde llevaron a Villatoro con rumbo desconocido, luego de dejar abandonado el auto en el que iba el periodista. “Ese mismo día, pasadas las 5:00 am, al ver que no llegaba el señor Villatoro a su lugar de trabajo, una compañera llama al numero telefónico 89914607, que pertenecía a la señora Karla Patricia Fonseca, esposa de Villatoro. Esta llama para preguntar por las causas del retraso y la no comparecencia del señor en su lugar de trabajo, situación que alarma a Fonseca que sale de inmediato a buscarlo, encontrando en el camino el vehículo abandonado de la víctima en la colonia Florencia”, agrega la sentencia.

Las llamadas

La juez continuó leyendo que en fechas 10, 14, 15 y 16 de mayo de 2012, Karla Fonseca recibió 14 llamadas del número 96085354 procedentes de Danlí, El Paraíso. En las llamadas se le solicitó recargas electrónicas, atribuyéndose una persona de sexo masculino tener en cautiverio al periodista. La juez explicó que esas llamadas fueron realizadas desde el centro penal de Danlí, sin encontrarse vinculación con la desaparición de Villatoro.

“El 15 de mayo de 2012 a las 10:11 am, Marvin Enrique Oliva Navas le presta su ‘sim card’ (chip electrónico) de su celular, con número 98478711 a su prima Jessica Zambrano para llamar a su esposo ubicándose en las afueras de su vivienda en la colonia América de esta ciudad. El aparato celular le fue arrebatado por un desconocido que huyó del sitio, sin que Zambrano ni Oliva reportaran el extravío a la autoridad competente”, explicó la juez.

Según la sentencia, el sábado 12 de mayo de 2012, una persona identificada bajo el seudónimo ABC-2, recibió una llamada del número 99903739 perteneciente a Villatoro. Eran las 5:32 pm cuando una voz masculina dijo que tenían al periodista. “No somos centaveros, queremos dinero y la Policía está arruinando nuestro trabajo”, agrega el documento.

Prueba de vida

La juez de sentencia procedió a señalar cómo la banda criminal hizo llegar a la familia del periodista la prueba de vida.

“En la llamada procedieron a darle indicaciones de recoger una cámara de video a inmediaciones del Coliseum Nacional de Ingenieros y el rótulo que señala el desvío que conduce de Santa Lucía y Valle de Ángeles. No sin antes advertirle a la testigo protegido, que no avisara a la Policía y que los videos se los debía de entregar personalmente a la esposa de Villatoro, lo cual la testigo hizo tal cual le mandaban las personas que le estaban dando instrucciones”, leyó la juez.

Al llegar al lugar indicado, la testigo encontró la cámara, la tomó y se condujo a la casa de Fonseca, a quien le entregó el video. Sin embargo, leyó la juez, en la casa estaban presentes agentes del Grupo Especial Anti Secuestros (Geas), quienes tomaron la cámara con el video en donde Villatoro pedía que se le entregaran L2 millones a sus captores. “Decía que lo hicieran porque la situación en la que él se encontraba era inaguantable, que se encontraba torturado y deseaba regresar a su casa de habitación”, agregó la juez sobre el video que fue presentado en el desarrollo del juicio.

El asesinato y las pruebas

El 15 de mayo de 2012, día en que fue asesinado el comunicador, la esposa de éste recibió otra serie de llamadas de los secuestradores según la sentencia. La esposa del periodista recibió cuatro llamadas del numero 98478711. La primera a las 11:42 am desde la colonia Las Hadas, la segunda a las 11:45 am desde la colonia América, la tercera a las 11:54 am desde el sector La Burrera en Francisco Morazán y la cuarta llamada a las 12:06 pm desde La Granja. “Una voz masculina se atribuía el plagio de Villatoro solicitando L2 millones a cambio de su liberación, repitiéndoles que ya le habían enviado una prueba de vida a través de un video, pero en la última llamada que le hicieron a la esposa del señor Villatoro, le dijeron: ‘Te cagaste, metiste a esos perros de la Policía, lo vas a encontrar muerto’, siendo esa la última comunicación con Fonseca”. El mismo 15 de mayo a las 8:30 pm –continuó la juez– se halló el cadáver de Villatoro a inmediaciones de la residencial Las Uvas. Él tenía sus manos atadas hacia el frente por un lazo multicolor. El cuerpo tenía dos orificios producidos por proyectil de arma de fuego, localizadas una al lado derecho de la cabeza con trayecto de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda y ligeramente de atrás hacia adelante con orificio de salida en el lado izquierdo de la cabeza.

Sobre la segunda herida la juez explicó que fue producida por proyectil de arma de fuego con orificio de entrada en el párpado superior izquierdo, con trayecto de abajo hacia arriba de adelante hacia atrás, de derecha a izquierda y con orificio de salida en la región superior izquierda de la cabeza. “Disparos que fueron ejecutados por Osman Osorio, Marvin Gómez y Edgar Osorio”, señaló la juez.

Antes de realizar el análisis e interpretación jurídica, el Tribunal dio a conocer las pruebas para determinar culpables a Osman y Edgar Osorio junto con Marvin Gómez. La juez explicó que el lazo multicolor con el cual ataron de manos a Villatoro, fue cortado de una hamaca hallada posteriormente en la vivienda de la aldea Santa Rosa, al sur de Tegucigalpa, en donde mantuvieron cautivo por seis días al periodista. “En la misma vivienda se encontró también un cabello similar al de Edgard Osorio, el cual se recolectó de un gorro pasamontañas marca Nike encontrado en dicha vivienda. En el mismo gorro se encontraron dos cabellos de Marvin Gómez; en la sala de la vivienda un bello púbico de Osman Osorio y seis elementos pilosos que pertenecían al señor Villatoro. También en dicha vivienda se recolectó un vaso de vidrio donde al ser periciado se logró constatar el perfil genético de Villatoro”, dice el fallo. Para finalizar, la juez agregó que el 27 de mayo de 2012 se realizó un allanamiento en la aldea Cacao número dos, Cofradía, Cortés, en donde se detuvo a los Osorio y a Gómez en posesión de varias armas de fuego, entre ellas una arma tipo pistola, calibre 9 milímetros marca Iwi, modelo Jerichó, “con la cual se le dio muerte a Villatoro”.