18/04/2024
08:32 PM

Juan Orlando Hernández llama a la unidad de Honduras

Por primera vez un mandatario hondureño invita a su esposa e hijos a tomarle promesa de fe ante las sagradas escrituras.

Tegucigalpa, Honduras

El presidente Juan Orlando Hernández asumió ayer la primera magistratura de la nación y se convirtió en el noveno gobernante de la era democrática, en una ceremonia que estuvo revestida de solemnidad, emotividad y de un amplio reconocimiento internacional.

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Desde muy temprano miles de hondureños comenzaron a llegar a las instalaciones del Estadio Nacional, espacio deportivo que más tarde sería testigo de la asunción de un nuevo presidente, Juan Orlando Hernández.

Eran las 6:00 am cuando una leve llovizna caía sobre la capital de Honduras. Militares y policías fueron los encargados de la seguridad en los alrededores del Nacional, los que daban paso a los hondureños para que formaran parte de otra página en la historia del país.

Las filas para ingresar fueron numerosas. Los controles para entrar al estadio funcionaron con rigurosidad. Mientras los hondureños aguardaban pacientemente el traspaso presidencial, ingresaron los diputados del Congreso Nacional dirigidos por el diputado presidente Mauricio Oliva. Seis de siete partidos políticos fueron testigos de la asunción de Hernández.

Ovacionados por el público los diputados se dirigieron al estrado principal, confeccionado de manera sencilla con plantas naturales verdes y blancas.

La sesión del Legislativo se abrió y enseguida los cadetes ingresaron la Bandera Nacional, momento en el que los hondureños mostraron reverencia.

Los aplausos continuaron y en esa ocasión les correspondía a los alcaldes que tomaron posesión el pasado sábado 25.

Cobertura

Más de 750 medios de comunicación, entre nacionales y extranjeros, coparon las graderías frente al estrado principal para darle cobertura al traspaso presidencial. Fue notoria la presencia de periodistas, camarógrafos y fotógrafos asiáticos que llegaron a cubrir la noticia en compañía del presidente de China Taiwán, Ma Ying-Jeou. Se conoció que la delegación taiwanesa superó los 200 miembros.
En medio de los aplausos de los invitados en las graderías, las delegaciones oficiales y funcionarios del Gobierno comenzaron a ingresar. Cabe señalar que los controles de seguridad para asistir al Nacional fueron estrictos hasta para los tendidos populares, a los cuales solo se podía ingresar con invitación.

El maestro de ceremonias, Nahúm Valladares, anunciaba la llegada de la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas de Honduras, los magistrados del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y el procurador y subprocurador de la República, mientras el público aplaudía.

Patriotismo
Al ingresar cada delegación al estadio, el público aplaudía en señal de bienvenida. Banderas de Honduras lucieron en las graderías y también mensajes de felicitaciones al nuevo Presidente. Entre los más ovacionados al desfilar estaban los tres designados presidenciales, Ricardo Álvarez, Rosana Guevara y Lorena Herrera, e indiscutiblemente el Príncipe Felipe de Asturias.
Mientras el maestro de ceremonias anunciaba la llegada del ahora expresidente Porfirio Lobo Sosa por el portón sur del estadio, el exgobernante ingresó junto a su esposa Rosa Elena de Lobo por las graderías preferenciales, sorprendiendo a todos. Todo estaba listo para recibir al presidente Hernández mientras el sol radiante inquietaba a invitados especiales como los expresidentes Rafael Callejas y su esposa Norma Regina, y Ricardo Maduro y su esposa Melissa Callejas, quienes aunque fueron ubicados en sillas preferenciales, aguantaron el inclemente sol durante toda la ceremonia. De inmediato los invitados saltaron de las graderías para recibir a Hernández junto a su esposa Ana, ahora primera dama de la Nación. Al unísono coreaban ¡Juan Orlando, Juan Orlando! entre los aplausos de todos.

Actos especiales

El turno llegó para el ingreso de la banda marcial del Instituto Tecnológico Las Vegas, los que desfilaron al ritmo de música hondureña hasta llegar al estrado principal para saludar al Presidente.

Enseguida ingresaron un grupo numeroso de niños y niñas vestidos con atuendos lencas oriundos del departamento de Lempira, tierra natal de Hernández. Con fervor entonaron el Himno a Lempira acompañados de la Banda de los Supremos Poderes. Ante la sorpresa de todos, el acto más emotivo del día estaba por comenzar: Damaris Sarahí López Quintanilla, de 10 años, recitó y cantó para el mandatario, lo que logró conmoverlo y sacarle hasta las lágrimas. Lo mismo sucedió con los invitados, quienes admiraron la facilidad, inteligencia y emotividad de la paisana del Presidente, la que arrancó multitud de aplausos.

Las oraciones y agradecimientos al Divino Creador estuvieron a cargo de monseñor Rómulo Emiliani por parte de la Iglesia Católica, y de la Confraternidad Evangélica, el pastor Alberto Solórzano, los que provocaron momentos de silencio y reverencia en el público asistente.

Enseguida, la ovación para el Presidente saliente llegó. La promesa de ley continuó y el silencio reinó en el Nacional. “Prometo servir a la República, cumplir y hacer cumplir lo que dice la Constitución”, dijo Hernández con su mano izquierda sobre la Constitución de la República y su derecha extendida mientras juraba.

“Queda en posesión de su cargo”, dijo el presidente del Congreso, Mauricio Oliva, a Hernández Alvarado y el público invitado estalló en algarabía dándole la bienvenida al nuevo mandatario de los hondureños.

Fuera de protocolo

Por primera vez en la historia de Honduras un mandatario invita a su esposa e hijos a tomarle promesa de fe ante la sagrada Biblia. Ana de Hernández sostuvo el libro sagrado y tomó la promesa a Hernández de llevar a cabo un Gobierno digno ante los ojos de Dios.

La hora para el discurso del Presidente llegó. Dos pantallas de telepronter fueron colocadas a su lado, sin embargo, no utilizó ninguna y prefirió leer su discurso. A los cinco minutos pidió agua para calmar la sed y de esa manera poder continuar brindando sus palabras.

El público lo escuchó atentamente y aplaudió con mayor algarabía cada vez que se refería a combatir la delincuencia y no darle tregua al crimen organizado.

Tras el discurso de Hernández, el presidente del Legislativo pasó a tomar promesa de ley a los tres designados presidenciales. La revisión de tropas llegó y fue el momento en que Hernández tuvo un gran acercamiento con sus invitados de los tendidos populares, quienes le aplaudían a su paso. A las 11:12 am la Bandera Nacional fue retirada del Estado Nacional. Enseguida se entonó el Himno a La Granadera para darle paso a la salida del nuevo Presidente, seguido de los presidentes que asistieron a la toma y las comisiones especiales de países amigos. El presidente del Congreso, Mauricio Oliva, clausuró la sesión Legislativa y la ceremonia protocolaria finalizó.

Cabe resaltar que durante la ceremonia se obvió el discurso del presidente del Poder Legislativo, así como la juramentación del nuevo Gabinete de Gobierno, puntos que estaban contemplados en la agenda.
El nuevo equipo gubernamental tomó la promesa de ley en una ceremonia celebrada en horas de la tarde en la Casa Presidencial.


Al final del evento, decenas de hondureños se quedaron en el Estadio mientras militares paracaidistas hacían su espectáculo desde el cielo capitalino hasta el Nacional.