Mientras miles de pacientes sufren a diario por la inadecuada atención médica en los hospitales públicos, las negociaciones entre el Gobierno y las enfermeras auxiliares se mantienen estancadas.
Desde hace 13 días las uniformadas mantienen una huelga en demanda de la aprobación de nuevas plazas de enfermería y el cumplimiento de mejoras salariales por un monto de 420 millones de lempiras.
Ayer el Gobierno reiteró que no dialogará con las enfermeras auxiliares mientras no depongan las medidas de presión que mantienen en crisis los hospitales públicos.
Arturo Bendaña, ministro de Salud, llamó a las enfermeras a suspender la huelga y a volver a sus puestos para iniciar un nuevo proceso de negociación.
Sin embargo, las enfermeras ratificaron que se mantiene la paralización y hasta amenazaron con incrementar las medidas de presión a partir de mañana.
Salud pidió oficialmente ante el Ministerio de Trabajo declarar ilegal la huelga de las enfermeras en una acción que supone la separación de todas aquellas auxiliares que se ausenten de sus puestos de trabajo sin ninguna justificación.
“Reiteramos nuestro llamado permanente a las enfermeras auxiliares para que suspendan las medidas de presión porque le están causando un enorme daño al pueblo hondureño”, dijo el secretario de Salud.
Pago
Las representantes de la Asociación de la Aneah (Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras) exigen 420 millones de lempiras por concepto de colaterales, el pago de 42 cesantías que se le adeudan a igual número de enfermeras, la apertura de 250 plazas creadas desde 2011 y la restitución de 143 plazas que fueron reubicadas.
“Nosotros lo que queremos es una solución, si Salud nos manda alguna propuesta la podemos revisar para encontrar una salida”, dijo Janneth Almendárez, presidenta de la ANEAH.
Jesús Orlando Molina, director del Centro Nacional del Diabético, denunció ayer que a consecuencia del conflicto la institución se ha visto en la obligación de cancelar citas por la falta de personal que asiste y atiende a los pacientes.
