Junto a su esposa Sandra de Canahuati y su hija Stephanie, el excanciller de la República, Mario Canahuati, expresó públicamente su agradecimiento al presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, con quien dijo no haber tenido “las mejores relaciones”, aunque sostuvo que siempre estuvo de su lado.
“Hay que ser sinceros. Mi mayor orgullo fue representar con dignidad a los hondureños después de la crisis política que produjo que más de 80 países no reconocieran al Estado”, dijo Canahuati al inicio de una larga conferencia de prensa en un hotel de Tegucigalpa.
Los rumores sobre su salida se manejaban desde hace semanas, sin embargo, al igual que el exsecretario de Seguridad, Óscar Álvarez, Mario Canahuati dijo sentirse confundido, aunque reafirmó que quien maneja la política exterior es el Presidente.
“Me voy con la cabeza en alto porque representamos dignamente al país cada vez que tuvimos la oportunidad, pero reconocemos que estos cargos son transitorios. Agradezco las muestras de solidaridad del pueblo y comunidad internacional”, manifestó el excanciller.
La pregunta que no podía faltar ante la creciente oleada de rumores que se han desatado en los últimos días, fue sobre las supuestas malas relaciones entre la esposa del canciller, Sandra de Canahuati y la Primera Dama, Rosa de Lobo.
“Ellas siempre han tenido una excelente relación por lo que no veo apropiado involucrar a familiares de mi parte o del Presidente en la toma de decisiones que se hacen con seriedad para el bienestar del país”, expresó el canciller.
De la misma manera su esposa quien lo acompañó en la conferencia, dijo no tener ningún altercado con la Primera Dama.
Destitución por teléfono
La falta de comunicación entre el presidente Lobo con el que fue su canciller fue evidente hasta el mismo momento de su despido, ya que informalmente fue la secretaria de la Presidencia y designada presidencial, María Antonieta Guillén, la que lo llamó para decirle que estaba destituido.
Luego explicó que Lobo Sosa lo llamó, pero muy brevemente le confirmó su salida del Gobierno. “El Presidente me llamó, agradeció mi contribución, pero no hubieron explicaciones al respecto”.
“Quiero dejar claro que el Presidente tiene toda la potestad de separar a sus colaboradores, no tengo una respuesta del por qué de mi destitución, yo soy un funcionario disciplinado y responsable, mi momento no termina hoy (ayer), voy a trabajar desde la trinchera que me corresponda en beneficio del pueblo hondureño”, afirmó Canahuati.
El ex funcionario mencionó que dos momentos marcaron su trabajo en la Cancillería: la masacre de Tamaulipas, México, y la visita que realizó a las cárceles en ese mismo país en busca de hondureños.
“Yo he sido un servidor público, presté mi juramento y quisiera que todos miremos hacia adelante por el bienestar de Honduras, siempre me enmarqué en mi responsabilidad como funcionario, nunca hice campaña desde mi puesto.
Puedo constatar que la relación de mi señora y la Primera Dama siempre ha sido excelente, por lo que no veo necesario que se mencione este punto como motivo de mi salida”, argumentó el exfuncionario.
Desaires diplomáticos
Sobre los desaires diplomáticos que habría hecho el presidente Lobo al entonces canciller Canahuati, como el de la visita a Cartagena de Indias, Colombia, en donde se firmó el Acuerdo de Cartagena que permitió el regreso de Honduras a la Organización de Estados Americanos, OEA y el retorno del expresidente Manuel Zelaya al país, el exfuncionario mencionó que él no estuvo presente en ese acto por motivos de índole personal, tal y como se mencionó oficialmente en ese momento.
“Le fui siempre fiel al Presidente, muy respetuoso. Mientras tenía la facultad para actuar en beneficio del país, me daba la libertad dentro de lo que es las directrices, no miraba yo motivos para suspenderme. Hace dos semanas conversamos y no me dijo nada. Ahora yo me voy a tomar un tiempo para analizar mis siguientes pasos, lo que sí puedo asegurar es que no me ofrecieron otro puesto dentro del Gobierno”, aseguró Canahuati.
Aunque dijo desconocer los motivos de su salida, en especial el detonante que le costó el puesto, Canahuati se despidió diciendo que es una persona responsable y que le desea éxitos al gobierno de Porfirio Lobo Sosa, aunque aseguró que no ocuparía ningún otro puesto dentro del actual engranaje gubernamental.
El funcionario destacó sus aciertos al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, pero también hubo momentos desafortunados con Casa de Gobierno. Hace algunos meses, cuando Canahuati anunció el cierre de algunas embajadas en América del Sur, Casa Presidencial lo desmintió.
De igual manera, se generó un escándalo por la detención en México y en Panamá del exconsejero de la embajada de Honduras en Panamá, Alberto Castillo, por no reportar el dinero que andaba, lo que generó un conflicto. Mientras el excanciller esperaba que el Presidente cancelara el acuerdo del exdiplomático, el gobernante le recriminó que le había ordenado que lo despidiera.
