Cuando óscar álvarez y Armando Calidonio viajaban a Tegucigalpa para dialogar con el presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, sobre su separación del cargo, en Tegucigalpa, el mandatario juramentaba como nuevo ministro de Seguridad a Pompeyo Bonilla, que se reunió de inmediato con la cúpula policial.
La decisión estaba tomada. Los titulares de la Secretaría habían sido separados de sus cargos. Durante varias horas, la incertidumbre privó en los hondureños. Se hablaba de destitución y de renuncia. Pero, hasta las seis de la tarde, Casa de Gobierno, mediante un comunicado oficial que dio a conocer el secretario privado Reynaldo Sánchez, afirmó que se “acepta la renuncia” de los titulares de Seguridad.
Así, el presidente Porfirio Lobo Sosa cumplía el anuncio que hizo a mediados de semana, cuando afirmó que haría cambios en su gabinete y que comenzaría por separar a quienes tienen aspiraciones políticas, bajo el argumento que se acercan las elecciones internas.
El remezón abarcó al jefe regional de la Policía número 2, comisionado Guillermo Arias Aguilar, que ayer mismo fue sustituido por el comisionado Manuel de Jesús Escobar Murillo.
El martes a las ocho de la mañana, en Casamata, se reunirá la cúpula policial con el nuevo ministro y se darán a conocer los cambios en las jefaturas regionales y departamentales en todo el país.
La sacudida
Los rumores de cambios comenzaron a las siete de la mañana, cuando círculos políticos filtraron a los medios de comunicación “el remezón dentro de la Secretaría de Seguridad”.
El anuncio sorprendió al ahora exministro de Seguridad, óscar álvarez, y a su viceministro Armando Calidonio, que de emergencia se trasladaron de San Pedro Sula a Tegucigalpa para reunirse con Lobo Sosa en Casa Presidencial.
únicamente álvarez fue recibido por el presidente Lobo para abordar su salida del gabinete; al resto de funcionarios les fue comunicada su salida del Gobierno por una llamada telefónica de la ministra de la Presidencia, María Antonieta Guillén.
Los cambios se habían anunciado, pero sorprendió el equipo de Seguridad, que aparentemente tenían amarrados sus cargos al menos hasta el 31 de diciembre.
Según fuentes, el “pecado” de álvarez pudo haber sido el anuncio de su lanzamiento prematuro como aspirante presidencial por el Partido Nacional. Aunque otro sector señala malestar de la cúpula policial por el anuncio de la depuración y el envío del decreto en que se daba amplios poderes al secretario de Seguridad para separar a oficiales ligados al narcotráfico y al crimen organizado.
Junto con álvarez se fue el subsecretario Armando Calidonio, nacionalista que salió como el diputado más votado en el departamento de Cortés. Se dijo que su salida de la Secretaría de Seguridad obedece a que el Congreso Nacional no le renovó el permiso que se vencía el 1 de septiembre y por tanto deberá incorporarse, como álvarez, a las sesiones del Legislativo esta semana.
La medida se extendió al viceministro Roberto Romero Luna, que trabajaba en Tegucigalpa: es sustituido por el actual jefe de la Policía, general José Luis Muñoz Licona.
En un escueto comunicado, el Gobierno anunció que óscar álvarez es sustituido por Pompeyo Bonilla, exoficial de las Fuerzas Armadas, exdiputado nacionalista por el departamento de La Paz y allegado de Lobo Sosa.
Llegó ayer a San Pedro Sula el jefe de Operaciones de la Policía Nacional, Ramón Sabillón Pineda, que sustituye -al menos interinamente- a Armando Calidonio, ya que el comunicado no estableció su nombramiento de manera oficial.
Un cambio abrupto se generó en la Jefatura Regional número 2, que durante año y medio estuvo bajo el mando del comisionado Guillermo Arias Aguilar, quien fue sustituido ayer en la mañana por el comisionado Manuel de Jesús Escobar Murillo, que se desempeñaba en la Dirección Nacional de Investigación en Tegucigalpa.
Varios altos oficiales de la Policía tuvieron ayer reuniones con diversas promociones y civiles para establecer las pautas de lo que se definirá en una reunión, que ya ha sido convocada para las ocho de la mañana del martes en Casamata, en la que el director José Luis Muñoz Licona definirá los nombres de los que pasarían a ocupar las direcciones de la Policía y las jefaturas regionales y departamentales.
Extraoficialmente se mencionó que el director de la Dnic, Marco Tulio Rivera Palma, asumiría la Dirección de la Policía Nacional.
Pompeyo Bonilla Reyes es un ex capitán del Ejército y político nacionalista quien fue diputado por el departamento de La Paz. 'Asumo este nombramiento con mucha responsabilidad, espero contar con el apoyo de toda la ciudadanía ya que debemos pensar en vivir en paz para atraer inversiones y generar empleo, para que esto traiga beneficio social y equidad tanto en el área rural y urbana', explicó en su primera reacción tras el nombramiento.
Señaló que sus viceministros y otros cargos claves serán nombrados por el Gobierno.
Bonilla dijo que ya se reunió con la cúpula policial. 'Vamos a contar también con el profesionalismo de la policía y de las Fuerzas Armadas para dar sociego a los hondureños. Si hay que hacer reformas para dar mejorar la policía, pues vamos a ir con el Congreso o con el presidente para fortalecer nnuestra operatividad. Buscaremos aliados que vengan a darnos apoyo'.
Reconoció que la depuración en la policía 'debe ser constante'.
Sobre la tasa de seguridad dijo que se reunirá con los empresarios y sectores organizados para obtener el apoyo que necesita la policía para mejorar su operatividad. Agregó que fue juramentado por el presidente en horas de la mañana de hoy.
