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Desde enero, el lempira se devaluó 40 centavos

  • 09 junio 2012 /

El FMI critica al BCH por permitir que “el lempira se moviera dentro de una estrecha banda”.

Aunque el presidente Porfirio Lobo Sosa les aseguró a empresarios de San Pedro Sula que no devaluará aceleradamente el lempira, su Gobierno tiene compromisos que cumplir con el FMI (Fondo Monetario Internacional).

El BCH (Banco Central de Honduras) se comprometió con la misión técnica del FMI, en mayo de 2011, a “intensificar la postura de la política monetaria si las presiones inflacionarias se intensifican y proteger la posición externa”.

Lo anterior era parte de la segunda revisión del programa económico que la administración de Porfirio Lobo Sosa había firmado en Washington en septiembre de 2010 y que entró en vigor el 1 de octubre de ese año.

De acuerdo con lo explicado por varios expertos consultados, significaba que el Gobierno se comprometía a reactivar la devaluación de la moneda nacional mediante el sistema de banda cambiaria, puesto en vigor el 25 de julio de 2011.

La banda cambiaria generó una ola especulativa en la subasta electrónica de divisas del BCH, lo que obligó a las autoridades de ese organismo a adoptar medidas de control para evitar variaciones abruptas en el tipo de cambio.

BCH controla devaluación

El control del Banco Central en el sistema de banda cambiaria, que le permite devaluar dos centavos el tipo de cambio por semana, es lo que cuestiona el Fondo Monetario Internacional.

Así lo hizo ver la última misión técnica del FMI que permaneció en el país a comienzos de febrero pasado; destacó en una de sus conclusiones del comunicado de prensa divulgado que “la misión recomendó continuar mejorando el marco operativo de la política monetaria”.

El banquero Jorge Bueso Arias comparte la opinión de que la devaluación es controlada por el BCH. La reactivación de la banda cambiaria también ha tenido un impacto negativo en el nivel de las reservas internacionales netas en poder del Banco Central y ha causado fuertes caídas.

La devaluación del lempira le fue planteada por el FMI al gobierno liberal de Manuel Zelaya Rosales; fue aplicada a finales de abril de 2008, al pasar el tipo de cambio de 18.90 a 19.10 lempiras por dólar, pero fue suspendida un día después por las fuertes críticas de diversos sectores de la sociedad hondureña.

Cuestionamientos del FMI

Un documento elaborado por personal del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario sobre Honduras revela una serie consideraciones sobre la política monetaria.

Uno de los hallazgos más importantes es que “ha habido un breve esfuerzo por permitir que el lempira se moviera dentro de una estrecha banda, pero el Banco Central continuó acomodando por completo la demanda de divisas y mantuvo el tipo de cambio fijo en el borde más apreciado de la banda”.

Lo anterior coincide con los resultados reportados por el BCH sobre el mercado de divisas, ya que el tipo de cambio se devalúa entre siete y ocho centavos mensuales en la subasta electrónica.

Del 4 de enero al 8 de junio de 2012, el tipo de cambio de referencia ha pasado de 19.04 a 19.44 lempiras por dólar, equivalente a una depreciación de 40 centavos y 2.1% en valores porcentuales. “La adaptación gradual de un tipo de cambio flexible contribuiría a mantener el rol del tipo de cambio de ser un ancla nominal y mejorar la resistencia de la economía a choques”.

“El BCH ha acomodado toda la demanda de moneda extranjera por medio de subastas diarias. De esa forma ha conseguido mantener el tipo de cambio pegado a la banda más apreciada”, subraya ese organismo internacional.

El FMI le ha presentado al Gobierno de Honduras una evaluación completa del tipo de cambio vigente desde 1990 hasta la actualidad. Hasta 1990, el país mantuvo anclado 60 años el tipo de cambio al dólar estadounidense, fijándose en dos lempiras por dólar, pero a partir de 1994 introdujo un sistema flexible.

Cortina de humo

Para un país como Honduras, con necesidades recurrentes de recursos externos para financiar el presupuesto, es impostergable alcanzar un nuevo arreglo económico con el FMI. El Gobierno parece alejarse de alcanzar una nueva Carta de Intenciones después de que se supiera de parte del presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, que el FMI estaría condicionando el acuerdo a una devaluación acelerada del tipo de cambio del lempira respecto al dólar.

Algunos sectores consideran la declaración del mandatario como una “cortina de humo” para ocultar las verdaderas razones de que el Gabinete Económico haya postergado en tres ocasiones el comienzo de las negociaciones, concluyendo que la justificación real es la tardanza en aprobar las dos reformas fiscales pendientes para mejorar las recaudaciones con el objetivo de financiar el excesivo gasto corriente.