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Inseguridad, el mayor problema que aqueja a Honduras

  • 24 mayo 2012 /

Tras el crimen y la violencia, lo que más preocupa es el desempleo.

El problema principal del país son el crimen y la violencia; los sigue el desempleo.

Menos del 20% de los entrevistados conocía mucho o algo de la tasa de seguridad, que es un impuesto especial para colectar dinero con el fin de combatir el crimen. Entre los que saben de este impuesto, la mayoría no cree que el Gobierno usará el dinero para el propósito señalado cuando fue aprobado.

En más de uno de cada cuatro hogares reside una persona que ha sido víctima de robo o asalto en lo que va del año 2012. El crimen y la violencia han aumentado en el último año; es la opinión de la gran mayoría de hondureños.

Hay relativamente poca confianza en la Policía y en las Fuerzas Armadas. La segunda agrupación es vista más favorablemente que la Policía y si hay que invertir en entrenamiento, es mejor educar y entrenar soldados que policías, dicen los entrevistados.

En cuanto al desempleo, el 16% de los entrevistados lo ve como una de las principales preocupaciones. Los entrevistados más jóvenes y menos educados citan en mayor medida este aspecto.

En su opinión, ¿Cuál es el principal problema de Honduras?

El presidente Porfirio Lobo Sosa tuvo como sus dos promesas principales de campaña la reducción de la delincuencia y la creación de fuentes de empleo. Constituyen, a mediados de 2012, los desafíos principales a los que se enfrenta el país. Las noticias de sucesos (crímenes) cada vez son más sombrías y los entrevistados en muchos casos han tenido que enfrentarse a los delincuentes personalmente. Por el otro lado, con el regreso de muchos inmigrantes desde Norteamérica por la situación económica difícil en esa región, aumentan los desempleados y no se ha visto la solución del problema.

¿Cuánto sabe usted del “tasón” o tasa de seguridad que ha aprobado el gobierno para combatir la delincuencia?

Solo para los que saben mucho o algo ¿Qué tan probable es que el gobierno use todos esos fondos para combatir la delincuencia como dice que lo hará? La gran mayoría de los hondureños no tienen conocimiento de la existencia de un impuesto especial que se cobra para combatir la delincuencia. Entre los que sí tienen conocimiento, principalmente con mayor nivel educativo, hay mucha desconfianza con respecto al uso de los fondos. Tres de cada cinco consideran que es muy o algo improbable que el dinero producto de este impuesto se utilice contra el hampa.

Pensando en los últimos cuatro meses, ¿cree usted que el crimen y la violencia en Honduras han aumentado, quedado igual o disminuido?

Con tantas víctimas, no extraña que cuatro de cada cinco de los entrevistados opinen que el crimen y la violencia van en incremento en el país. Pareciera que hubo una pequeña merma a principios de año, pero ahora ha resurgido esta opinión con fuerza.

En las dos ciudades principales (Tegucigalpa y San Pedro Sula) y más afectadas por el hampa hay más ciudadanos que manifiestan que la violencia está aumentando.

¿Cuál cree usted que es la mejor manera en que nuestro gobierno podría reducir el crimen y proteger al público: contratar y preparar a más oficiales de la policía o entrenar más soldados para las Fuerzas Armadas?

Se nota que en ese caso sí hay más confianza en las Fuerzas Armadas. El grupo más grande manifiesta que lo importante es entrenar más militares con el fin de cooperar en la lucha para reducir la delincuencia. En la zona atlántica hay un poco más de confianza en los policías.

En general, ¿Cuánta confianza tiene en la policía nacional civil de nuestro país y cuánta confianza tiene en las Fuerzas Armadas del país?

Así como no hay confianza en la administración Lobo, tampoco la hay en las dos instituciones encargadas de resguardar a la nación y proteger contra el elemento criminal.

Sí existe un poco más de confianza en las Fuerzas Armadas que en la Policía, pero solo uno de cada cuatro hondureños dice que tiene “mucha” confianza en los militares.

En los últimos cuatro meses ¿ha sido usted o alguien que vive en el hogar con usted víctima de un robo o asalto?

Las tasas delictivas se mantienen muy elevadas. En más de uno de cada cuatro hogares en el país vive una persona que ha sido víctima de robo o asalto en los últimos cuatro meses. En las dos ciudades principales, la incidencia de víctimas es sustancialmente más elevada. Esta tasa es la más alta registrada en los siete países donde CID Gallup ofrece el servicio de medición de la opinión pública.