Con un fuerte contingente policial fueron trasladados 21 reclusos del presidio de San Pedro Sula a otras cárceles del país.
La decisión de movilizar a los privados de libertad fue una medida que se tomó después de que dos internos de la banda de “los olanchanos” buscaran adueñarse del control de dos de las celdas y fueron atacados por sus compañeros, que se opusieron a la idea de ser obligados a seguir las reglas que pretendían imponer.
Los reos fueron movilizados en tres camionetas, escoltadas por al menos 20 elementos de la Policía Preventiva que los acompañaron en todo momento, hasta los dos centros penales donde fueron llevados.
Los traslados se hicieron la noche del martes.
Los reparten
Quince de los internos fueron enviados a la Penitenciaría Nacional en Támara, seis al Centro Penal de Gracias, Lempira, y uno de los lesionados, que aún está en reposo, será llevado a Támara.
Según las autoridades, la pelea que se originó el martes pasado entre los reos de delitos comunes de las celdas 8 y 9, más conocidos como “paisas”, fue el factor detonante que alertó a la Policía para tomar la decisión de trasladarlos, pues debido a la riña corrían el peligro de morir atacados por miembros de otras bandas.
Agentes policiales señalaron que se está evitando que una riña, por controlar territorio entre reclusos de dos celdas, tomara consecuencias mayores y probablemente hasta la pérdida de vidas humanas.
Los 21 reos que fueron trasladados pertenecen a la banda de “los olanchanos” y estos, por ser una minoría en el presidio, corrían el riesgo de ser linchados por sus mismos compañeros de celda.
Fuertes operativos
Desde el martes pasado, la Policía ha efectuado varias operaciones en el interior de las celdas, así como el registro de los reclusos, con el objetivo de decomisar armas caseras, teléfonos celulares y cualquier objeto que podría ser utilizado por los internos con el fin de dañar la integridad física de sus mismos compañeros.
Wilmer Martel Valle, director del Centro Penal de San Pedro Sula, informó que por razones de seguridad, de los mismos privados de libertad, sus nombres no pueden ser publicados porque corren el riesgo de ser identificados por miembros de bandas rivales.
Bomberos advierten de nuevo calamitosa situación de cárcel
El Cuerpo de Bomberos hizo de nuevo la advertencia: la infraestructura del Centro Penal Sampedrano es antigua, la vida útil de los materiales e instalaciones del sistema eléctrico es obsoleta y se encuentra deteriorada. La recomendación es que se edifique un nuevo presidio fuera del perímetro urbano de la ciudad.
Los apagafuegos efectuaron una inspección la semana anterior y ayer fue entregado el informe a las autoridades del presidio. Allí dejan claro que la cárcel no cuenta con un sistema de alarma, falta señalización, luces de emergencia, los módulos no tienen extractores de ventilación. Además del hacinamiento en los dormitorios, se encuentra aglomeración de mucho material combustible como nylon, poliéster, algodón, plástico y cartón. En el informe también se hace una serie de recomendaciones, como definir ruta de evacuación, colocar las estufas eléctricas sobre una superficie de concreto, con aislante, y evitar humedad. También elaborar un plan de contingencia.
El subcomisario de policía Wilmer Danilo Marthel recibió el documento y manifestó que el hacinamiento es factor de gran riesgo porque la penitenciaría fue construida para albergar 800 reclusos y en la actualidad hay 2,257 privados de libertad más el personal de custodia. Agregó que más de 1,800 personas visitan a sus familiares en el recinto penal los miércoles, sábados y domingos.
El comandante Danilo Flores detalló que se está haciendo de nuevo la advertencia y las recomendaciones correspondientes para evitar tragedias como la ocurrida en el centro penal de Comayagua. En la cárcel sampedrana ya se han reportado incendios.
