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Asumieron reto de un periodismo agresivo

  • 28 enero 2012 /

Bajo el nombre de “En la Vida de...”, La Prensa publicará a partir del lunes una serie de reportajes vividos en carne propia por los periodistas

Es posible que usted haya visitado el mercado Guamilito de San Pedro Sula y no haya advertido que entre las personas que hacen tortillas para la venta se encontraba la reportera de Diario LA PRENSA Bessy Lara trabajando como cualquiera otra de las mujeres que se sacrifican a diario frente a un comal.

La reportera asumió el reto de meterse en los zapatos de una tortillera y experimentar en carne propia lo que viven estas hondureñas para ganar el sustento diario, con el fin de trasladar esta realidad a los lectores del diario líder en una serie de reportajes que se publicarán a partir de este lunes bajo el nombre de “En la vida de...”.

Ni siquiera la persona que la contrató ni sus “compañeras de trabajo” se dieron cuenta que ella era una periodista camuflada, lo que hará su historia más fidedigna como es el propósito de LA PRENSA con este tipo de periodismo.

También los periodistas César Panting, Liliam Mejía y Christian Baide dejaron temporalmente las computadoras para asumir los papeles de cortador de café en una montaña de Santa Bárbara, recolector de basura en los barrios de San Pedro Sula y de una lisiada que pide limosna en las calles, respectivamente, para relatar las historias que se publicarán a partir del 30 de enero.

César Panting

Perfil

Nació en Tegucigalpa y tiene poco más de un año de ser reportero de diario LA PRENSA, siendo este su primer trabajo como periodista. Se graduó en 2010 como licenciado en Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula, Unah-vs.

Agarrado “hasta con los dientes” para no caerse, nuestro compañero César Panting viajaba en la paila de un destartalado vehículo pick up con otros cortadores de café a una montaña de San Luis, Santa Bárbara, para realizar el trabajo que le permitió escribir sobre el drama de los trabajadores que dejan su sudor y su vida en los cafetales.

La aventura comenzó cuando abordó un bus en la terminal de San Pedro Sula, adonde conoció a la persona que lo puso en contacto con un cafetalero al llegar a San Luis, quien sin mayor preámbulo lo contrató.

Así vivió ese otro mundo en el que la mayoría de personas nacen predestinadas para vivir del corte de café porque no existen otras alternativas de superación personal. Se sintió afortunado de haber hecho aquella labor como parte de su función de periodista y no para ganarse la vida en forma permanente.

Liliam Mejía

Perfil

Se graduó como licenciada en Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula, Unah-vs.

Desde hace más de seis años trabaja como reportera-redactora de Diario LA PRENSA cubriendo las diferentes fuentes de información y de manera especial las de Educación y las fuentes estatales.
Nació en San Pedro Sula el 19 de julio de 1982.

Liliam Mejía no se imaginó lo cansado que resulta estar manejando una silla de ruedas durante todo el día bajo el sol cuando asumió el reto de personificar a una inválida que pide limosna en las calles de la ciudad.

Estuvo tan identificada con su personaje que hasta le dolía el desprecio y la repulsa con que la miraban algunos de los conductores desde sus lujosos autos cuando extendía la mano pidiéndoles una ayuda.

Algunos fingían no verla y muy pocos se condolían de su situación y le lanzaban miradas de lástima, billetes y monedas.

Ninguna de las personas que la había visto desempeñando su labor de periodista la reconoció metida en aquellos andrajos que se puso para hacer más patético su rol. Había preparado una historia por si le preguntaban cómo había quedado inválida de las cadera hacia abajo, pero nadie se interesó por eso.

Bessy Lara

Perfil

Es aventajada estudiante de periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula.

Labora desde hace un año en Diario LA PRENSA donde tiene a su cargo la sección Barrios y Colonias y labora como reportera-redactora.

Se ha desempeñado como relacionista pública del hospital Mario Rivas de San Pedro Sula y como asistente
de Relaciones Públicas.

Algo que asombró a Bessy Lara fue la facilidad con que obtuvo trabajo de tortillera cuando llegó al mercado Guamilito fingiendo ser una muchacha de Santa Bárbara que buscaba oportunidades en la ciudad.

Aunque tenía alguna práctica haciendo tortillas en su casa, no se imaginó que fuera tan sacrificado estar de pie todo el día frente al comal, bajo la presión de la dueña del puesto que exigía más rapidez en la elaboración del producto a base de maíz.

No hay ni siquiera tiempo para llevarse un bocado a la boca a la hora del almuerzo porque es la hora de mayor demanda.

No obstante, sus eventuales compañeras parecían no sentir el rigor de la faena. Ellas logran seguir una plática mientras retiran con rapidez las tortillas del comal, valiéndose muchas veces de sus dedos. Violencia y amor, son temas del cotorreo cotidiano.

Christian Baide

Perfil

Estudia periodismo en la Universidad Nacional Autónoma en el Valle de Sula. Ha recibido diferentes cursos relacionados con las técnicas requeridas en la cobertura de las diferentes fuentes de información. Trabaja en Diario LA PRENSA desde 1999 cuando inició labores en el área de diseño gráfico del diario líder. Nació en San Pedro Sula el 10 de agosto de 1980 . Está casado con la periodista Jessica Figueroa.

Cuando Christian Baide dejó su trabajo como recolector de basura en los barrios de la parte alta de la ciudad adquirió para sí mismo el compromiso de llevarle aunque sea ropa usada y alimentos a quienes fueron sus compañeros, porque se dio cuenta del sacrificio que hacen y la poca ayuda que reciben de los vecinos a quienes sirven.

Christian pudo ver cómo algunos de los contribuyentes evitaban hasta acercarse a ellos cuando sacaban la basura a las aceras, al verlos curtidos por el contacto que tienen con los desechos.

Con un refresco y una bolsa de churros, los recolectores de desechos sólidos se suben a la unidades porque saben que el recorrido será continuo y no habrá tiempo para comer.

La mayoría no trabaja por el salario que les paga la Municipalidad porque es muy poco, sino por los materiales de reciclar y objetos que suelen encontrar entre la basura.