23/04/2024
12:01 AM

Impresiona nacimiento rural

Un estusiasta vecino de la aldea Camalote, en el municipio de El Progreso, vive la Navidad obsequiando al público su creatividad.

La aldea Camalote, en El Progreso, Yoro, se convierte en una de las comunidades más visitadas en esta época por el tradicional nacimiento que desde hace 36 años monta Merlin Geovany Molina con piezas que le han regalado sus amistades y otras que salen de su bolsillo.

Tenía apenas cuatro años cuando comenzó a ayudarle a su mamá a preparar el belén que iluminaban con candelas porque en esa época aún no había llegado la electricidad a la aldea.

“Como no había luz para las extensiones de foquitos, adornábamos un arbolito seco de café el que pintábamos de gris y cubríamos con algodón para dar la impresión que estaba cubierto de nieve”, dijo.

Comenta que a veces lo sorprendía la madrugada junto a su madre preparando el nacimiento, cuyo principal atractivo era el misterio que les trajo de Guatemala una amiga de la familia.

Pura satisfacción

Desde el primero de noviembre de cada año comienza Merlin la tarea de ir construyendo un poblado alrededor del Misterio semejando en lo posible a la comunidad de Camalote.

Entre tantas curiosidades los visitantes pueden apreciar la quebrada que pasa por en medio de la comunidad, las milpas y los arrozales que son patrimonio de los vecinos.

Hay personas que quedan tan impresionadas con este belén rural que le sugieren a su creador que coloque una caja para que las visitas depositen sus colaboraciones, pero él contesta que la mejor recompensa a su trabajo es saber que la gente se lleva un bonito recuerdo de su visita.

“El año pasado nos visitaron 7,000 personas y este año esperamos que vengan más”, dijo entusiasmado.

Si acaso alguien insiste en colaborar, le pide una pieza para ir ampliando su nacimiento y poder decirle a esa persona, por ejemplo: ‘esa mujer que va saliendo de la iglesia es la que vos trajiste’ o ‘esa casita es la tuya’.

También pide a sus amigos de confianza que para su cumpleaños que celebra el 3 de noviembre, si le quieren obsequiar algo que sea un detalle navideño para adornar su nacimiento.

Merlin deja a ratos su pulpería, de la cual vive, para dedicarse en diciembre a su nacimiento y a atender las personas que lo visitan, entre ellas turistas extranjeros. “Soy fanático de la Navidad”, comenta Merlin, quien ya ha ganado premios por su obra magistral.

La casa de Merlin se llena de cánticos navideños el 23 de diciembre cuando se celebran las posadas con la participación del coro de la iglesia Católica.

El evento forma parte ya de las celebraciones de esta comunidad, localizada a cuatro kilómetros de la ciudad de El Progreso, sobre la carretera que conduce a Tela.

Antes, cuando Merlin hacía el nacimiento con su madre, había otra celebración el 6 de enero, Día de los Reyes Magos, cuando la persona que se robaba la figura del Niño Dios, lo devolvía a sus propietarios con una fiesta en la que abundaban los tamales y las bebidas naturales.

Ahora es muy difícil que se roben la venerada figura porque el misterio está en medio del nacimiento, pero si logran sacarlo, pues que venga la celebración, dijo.

El primer misterio que vino de Guatemala ya no existe, fue sustituido por uno más grande traído de Estados Unidos. Tampoco está su madre para que le vaya diciendo a Merlin dónde queda mejor cada pieza, pero gracias a Dios cuenta con manos amigas de la comunidad para dar forma a su obra maestra.

Su preocupación ahora es quién continuará con esta tradición cuando él falte, para que la estrella de la Navidad no deje de brillar en la pintoresca comunidad de Camalote.