20/04/2024
01:38 AM

Un Santa que también apaga incendios

Carlos Alexis Durán cambia sus botas de bombero por las de Santa Claus para caminar junto a los niños.

Durante la temporada navideña, Carlos Durán se baja del carro de los bomberos y se sube al trineo transformado en San Nicolás para regalar alegría a los niños, siempre alerta por si el fuego trata de empañar las festividades en algún punto de la ciudad.

Hace quince años que el entonces comandante del Cuerpo de bomberos de San Pedro Sula, Alfonzo Medina le regaló a Durán su primer traje de Santa para que montara un espectáculo navideño con el fin de darle aires alegres a la institución.

Como teniente de bomberos, Carlos Durán había encarado el peligro en varias ocasiones para poder socorrer a las víctimas de un incendio o de las inundaciones, pero eso de hacer reír a la gente, aunque era más difícil, le parecía divertido.

Medina sabía que era la persona ideal para hacer ese papel, porque juntos habían dado vida al grupo artístico Juventud Folclórica Sampedrana que proyectaba cultura a nombre de la institución.

La idea era dar una mejor imagen al Cuerpo de Bomberos para atraer más voluntarios a las institución, dijo Durán.

Así fue como el Santa representado por el bombero llegó con su característico jo, jo, jo, a las plazas públicas, a los albergues y a los hospitales para regalar un pedacito de Navidad a los niños que más necesitaban de alegría en esta época.

Dice que disfruta el personaje, pero que bajo aquel traje rojo con ribetes blancos siempre está el bombero presto para acudir de inmediato ante cualquier emergencia que pudiera surgir. Eso quedó demostrado en una ocasión que celebraba con los niños la víspera de la Navidad en la Zona Peatonal de San Pedro Sula y tuvo que salir disparado al ser avisado de un incendio en la colonia Miguel Angel Pavón.

“Los bomberos siempre poníamos una unidad en el parque. Allí estábamos cuando salió el llamado. Me quité el traje y me puse la capa y el equipo de protección personal. Santa quedó en segundo lugar porque la vida humana es primero. Afortunadamente resultó ser solo un conato de incendio”, dijo.

Lustraba en Navidad

Cuando hace el papel de Santa y ve la sonrisa de los niños que se divierten, Durán no deja de recordar sus días de infancia en Tela, donde las navidades lo sorprendían vendiendo periódicos en la calle o lustrando zapatos en el parque para subsistir.

“Nunca tuve un juguete, mis padres eran muy pobres y se preocupaban más por la comida que por darnos un regalo”, dice. Lo bueno que recuerda de aquellas navidades era la llegada de Santa Claus al viejo aeropuerto de Tela por cortesía de una empresa sampedrana. “Los cipotes corríamos detrás del trineo recogiendo los confites que iba tirando”, comenta.

Ahora que él es el Santa Claus, el maquillaje se le ha corrido alguna vez por una lágrima que se deslizó de repente al ver el sufrimiento de niños enfermos y no poder ayudarlos.

“Una vez visitamos una casa hogar en la colonia Villa Florencia para regalar juguetes. Los niños nos veían con una sonrisa triste, algunos de ellos arrastrándose para tocar a Santa”. Eran pequeños con problemas congénitos y otros con el VIH, según expresó.

Así como ha vivido experiencias tristes también ha tenido experiencias muy lindas, como cuando llevó provisión y juguetes a los pobladores de los altos de Cofradía, donde los niños salieron a recibirlo con gran algarabía como si se tratara de un San Nicolás real, no de un bombero disfrazado.

Quiere ser abogado

Este año el bombero está representando a San Nicolás frente a las cámaras de TVH Internacional de San Pedro Sula, donde alterna con los diferentes animadores de ese canal.

Los niños lo llaman para saludarlo y él les corresponde regalando juguetes que llevan diferentes patrocinadores.

Aunque sigue prestando sus servicios al Cuerpo de Bomberos, ya no lo hace como bombero permanente sino como voluntario, por disposición del comandante de la institución en San Pedro Sula, manifestó.

Para compensar los ingresos que dejó de percibir como bombero permanente también se dedica a fabricar y reparar ventanales y puertas de aluminio a domicilio.

Espera que el comandante general Jaime Omar Silva lo restituya porque conoce de su experiencia y su trayectoria de 38 años dentro de la institución.

Mientras tanto, tiene entre sus planes formar su propia fábrica de ventanas y puertas de aluminio aprovechando los conocimientos que ha adquirido trabajando en esa rama.

Como no tuvo la oportunidad de estudiar en una universidad cuando estaba joven, lo está haciendo ahora en la Universidad Autónoma de Honduras en el Valle de Sula, donde espera obtener el título de Licenciado en Derecho. Lo que se necesita es empezar y él ya lleva sacadas 36 materias, según dice.

En todos sus planes cuenta con el apoyo de su esposa Blanca Margarita Aguiluz, con quien ha procreado cuatro hijos: dos hembras y dos varones.

Con ellos y sus tres nietos pasará la Nochebuena en su casa de la colonia Lomas del Carmen y para no perder la costumbre, vestido como San Nicolás, para proporcionar alegría a los niños del vecindario.

Les lleva juguetes que dan empresas amigas que conocen de su proyección social y al final brindan aunque sea con fresco de culey porque como buen cristiano, cree que la Navidad se vive mejor en sobriedad.

Asistió un parto cuando socorría damnificados

Una de las impresiones más fuertes que tuvo Carlos Durán como bombero, fue haber encontrado entre los escombros de un incendio que él había ayudado a sofocar, a un excompañero de estudios.

Resulta que en horas de la madrugada de uno de tantos días se desató un incendio en un condominio del barrio Sunceri, el cual los bomberos encabezados por Durán sofocaron sin mucha dificultad.

“Cuando extinguimos el fuego e hicimos la revisión del edificio, encontramos abajo de una cama el cuerpo de mi amigo Pedro Castillo”.

La esposa de la víctima le comentó a Durán que ella había logrado escapar de las llamas sin percatarse que adentro quedaba su compañero fondeado, pues había llegado tomado pocos minutos antes. Antes de ingresar al Cuerpo de Bomberos, Carlos Durán había sido socorrista de la Cruz Roja y como tal también tiene muchas proezas que contar. Una de las que recuerda con más emoción es haber asistido a una mujer que dio a luz en medio de una inundación, en la colonia Sabillón Cruz.

“Fue en el año 1992. Habíamos llegado a evacuar a la gente de la Sabillón Cruz, entre la que se encontraba una mujer con los dolores de parto”. Caminando ellos con el agua a la cintura sacaron a la mujer de la vivienda en una camilla y la llevaron a la ambulancia que se encontraba a unas cuadras de la casa, dijo,

“En cuanto llegamos a la ambulancia la dama comenzó a dar a luz y no me quedó otra que poner manos a la obra con los conocimientos que me habían impartido”.