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'El que no paga ‘impuesto’ lo matan al día siguiente”

  • 16 diciembre 2011 /

El sector transporte es uno de los más golpeados. Sufren homicidios, extorsiones y asaltos.

Algunos han preferido buscar otra fuente de empleo, otros han optado por pagar y quienes se han resistido a dar el “impuesto de guerra” han sido asesinados.

El transporte público ha sido otro de los sectores golpeados por las altos índices delictivos.

Tanto los conductores de taxi como de buses y rapiditos están siendo víctimas de asaltos, extorsiones y homicidios.

“Hemos sido uno de los gremios más golpeados. Ha habido muertos en Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba, El Progreso, Puerto Cortés, Choloma y en casi todas las ciudades adonde opera el servicio de taxi. Hemos estado expuestos al flagelo que sufre toda la población”, señaló uno de los dirigentes del gremio de los taxistas.

Sectores de riesgo

La situación ha llegado al grado que los transportistas han tenido que reducir horarios para ingresar a sectores conflictivos y en algunos casos han desintegrado rutas temporalmente.

En el caso de Chamelecón, la Ruta 35 recientemente dejó de operar por unas semanas porque ya no soportaban las extorsiones. También los colectivos que van para ese sector hace tres meses dejaron de circular por unos días.

La Rivera Hernández es otro de los sectores adonde los conductores de taxis y buses tiene problemas por la delincuencia. Los perjudicados con este problema no son sólo los transportistas, sino también toda la ciudadanía que deja de recibir el servicio cuando ellos paran labores.

“Yo no voy a la Rivera Hernández ni aunque me paguen el triple de una carrera. Se dañan los carros y uno pone la vida en riesgo, mejor no trabajo”, indicó otro conductor de taxi.

Pagan por trabajar

De los aproximadamente 130 puntos entre colectivos y privados que hay en San Pedro Sula y casi 100 en Tegucigalpa, la mayoría paga impuesto de guerra.

Quienes se resisten a negociar con los grupos que delinquen en cada zona tienen que retirarse o en el peor de los casos terminan muertos.

“Pagamos impuesto para que no se metan con nosotros, así no nos pasa nada. Damos 100 lempiras a la semana y los mareros no nos molestan”, dijo un taxista de San Pedro Sula.

Sin embargo, algunos prefieren abandonar las rutas y buscar otra fuente de trabajo.

Este año, el número afiliados a la Asociación de Taxistas de San Pedro Sula, Ataxish, se ha reducido considerablemente.

Según datos proporcionados por el gremio de los taxistas, este año han asesinado a unos 40 colegas en San Pedro Sula.

“Algunos han salido en los medios de comunicación y otros no. Han asesinado compañeros, los asaltan, extorsionan, es preocupante la situación. El problema es que la gente tiene miedo de denunciar porque la misma Policía participa en actos de extorsión”, advirtió.

Aunque son varias las ciudades adonde el transporte público está sometido a las imposiciones de los miembros de maras, en Tegucigalpa la situación es más grave.

“La mayoría de muertes que ocurren se da a causa de la extorsión, los taxistas pagan unos 10 millones de lempiras a la semana en impuesto de guerra”, afirmó un miembro de una de las asociaciones.

En la capital del país hay más de 100 puntos donde los conductores pagan 200 lempiras semanales para que los mareros les permitan trabajar.

Sin respuesta

Lo alarmante de lo que ocurre en el transporte es que pasa a vista y paciencia de las autoridades, de los vecinos y de los mismos afectados.

Los vecinos y conductores temen denunciar para no sumarse a las lista de las víctimas mortales .

Mientras tanto, las autoridades no han hecho nada para controlar a las bandas delictivas que se han apropiado de las rutas.

“Hemos tenido reuniones con el alto mando de la Policía, con las autoridades municipales y con todos los grupos involucrados para tocar el problema de la inseguridad. ¿Qué podemos hacer, paro para combatir la delincuencia?, Hay que unir fuerzas todos los sectores, pero nadie hace nada porque tenemos miedo”, aseveró un taxista.

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