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Pleito entre bandas causó matanza en el aeropuerto sampedrano

  • 16 octubre 2011 /

El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, afirmó que la pugna entre “dos facciones delincuenciales de La Ceiba serían las que se enfrentaron”.

El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, afirmó ayer que la pugna entre “dos facciones delincuenciales de La Ceiba serían las que se enfrentaron” originando la muerte de seis personas el viernes entre las 6.00 y 6.30 de la tarde en el aeropuerto de San Pedro Sula.

Al ser consultado si las muertes son por peleas entre las bandas “Los Grillos” y “Los Pelones” que, según las autoridades policiales, se disputan territorio en La Ceiba, el ministro respondió: “Se está hablando de eso”.

Bonilla dijo que los equipos policiales profundizan las investigaciones para determinar las causas que originaron el hecho y la identidad de los responsables. La Policía identificó ayer a cinco de las seis víctimas: Ramón Juvine Murillo Lara, Carlos Roberto Hernández Montoya, René Fernando Mejía Toledo, Anthony Nahúm Martínez y Olvin Francisco Castro Guevara. La esposa de Castro, Cristina Cárcamo, resultó herida. Hay una sexta víctima que aún no ha sido identificada.

Según fuentes policiales “la disputa por territorio y drogas sería la causa de la muerte de los seis hombres que fueron acribillados al salir del estacionamiento”. La Policía informó que ninguno de ellos tenía antecedentes penales.

Ayer elementos de la policía de investigación y fiscales inspeccionaron los vehículos de los occisos, sus maletas y los documentos que portaban para tener elementos que les ayuden a esclarecer el caso.

El sangriento hecho ocurrió en el carril de salida de la terminal aérea. Según versiones policiales, varios sujetos armados esperaban a sus víctimas que acababan de salir del aeropuerto.

El subcomisario Eduardo Vargas dijo que el crimen fue bien planificado, ya que, según información recogida en la escena, los asesinos atravesaron sus vehículos para cortarles el paso a sus víctimas. “Estas personas obstruyeron la salida de los vehículos en que iban los occisos. Se colocaron a unos 10 metros, se bajaron, se dirigieron a los carros y bajaron a los ocupantes para matarlos luego de identificarse como policías”.

La Policía informó que “Olvin Francisco Castro Guevara, originario de La Ceiba, y quien se supone era la persona que venía en un vuelo comercial de Miami en compañía de su esposa Cristina Cárcamo y sus dos hijos de 4 y 1 años, era el supuesto objetivo”.

Nuevos indicios

En la escena del múltiple crimen los agentes de inspecciones oculares cuantificaron 57 casquillos de armas de grueso calibre.

El vehículo turismo Toyota color gris con placas PCS 1948, uno de los tres que eran ocupados por las víctimas, según la Policía de Investigación, había sido robado en La Ceiba el 1 de octubre y había sido adulterado. Las placas originales son PDA 2057.

Familiares de las víctimas se presentaron ayer a la morgue, pero ninguno quiso referirse al caso, sólo se informó que los cuerpos serían llevados a La Ceiba.
Operación fue en 2 minutos

Según investigadores, el múltiple crimen es el resultado de un plan perfecto. “Los asesinos tenían todo coordinado ya que esperaron la llegada de Olvin Francisco Castro y su familia, quienes llegaban procedentes de Miami. Él era su objetivo”.

El resto de personas esperaban en el aeropuerto su llegada y a las 5.45 pm abordaron los tres vehículos: la camioneta de lujo Toyota 4Runner Silver placa PCC1136, el turismo Toyota Corolla color gris y la camioneta Nissan Pathfinder donde iban todas las víctimas.

Según las autoridades fue una operación rápida que calculan duró de uno a dos minutos y fue ejecutada por unos 10 hombres. Antes de ultimarlos bajaron a los seis hombres de los vehículos, sin embargo a la esposa de Castro y sus hijos, no les hicieron daño. “Informaciones preliminares establecen que se utilizaron al menos dos vehículos, una camioneta y un pick up negro. Los bajaron y se llevaron las armas. Las víctimas se confiaron; los asesinos usaron el factor sorpresa y por algunos antecedentes, al parecer los hechores se hicieron pasar como supuestos policías, lo que les facilitó la acción criminal. Estamos recabando todos los elementos, hay equipos especiales y esperamos pronto tener claridad de las acciones y móviles que originaron este hecho”, dijo el subcomisionado Ariel Padilla de la Policía de Investigación.

El video que captaron las cámaras en las casetas de cobro del aeropuerto está en poder de la Fiscalía como parte de las evidencias que aportarán pistas sobre lo que ocurrió la tarde del viernes.

Se determinó que el cuarto vehículo que se encontraba en la escena no tiene ningún vínculo con el hecho. Iba en tránsito normal detrás los carros de las víctimas al momento del ataque, precisó la Policía.

Con permiso de portar armas

Ayer a las diez de la mañana el fiscal asignado al caso y elementos de la DNIC inspeccionaron las seis maletas encontradas en la camioneta de lujo. El procedimiento llevó dos horas y se hallaron las identificaciones y permisos de portación de armas de Anthony Nahúm Martínez, Ramón Juvine Murillo, René Fernando Mejía Toledo y Olvin Francisco Castro.

También fue encontrado un permiso de portación de armas a nombre de Edgar Noé Antúnez Bustillo, quien según la Policía presume que podría ser la sexta víctima.

“Se han revisado las maletas que portaban las víctimas, hasta ahora no se han encontrado mayores elementos. Trabajamos en todas las evidencias para obtener otros datos que puedan ayudar en la investigación”, dijo uno de los agentes.

Indicios de drogas en carros

A la una de la tarde varios agentes de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico, DLCN, hicieron una requisa a los vehículos de las víctimas.

En la revisión la perra antidrogas “Dolly” detectó un “grado de positividad de droga”, dijo la Policía. Los agentes afirmaron que uno de los autos está “contaminado” y que se realizarían las pruebas químicas necesarias para determinar el tipo de sustancia alucinógena que pudo transportarse en la unidad.

Ayer en el aeropuerto las actividades estaban normales. Las entradas fueron reforzadas con dos elementos de la Fuerza Aérea.