Mientras la mayoría de hondureños salen de sus casas con la esperanza deJuan Orlando Hernández, el de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera Avilez y el Secretario de Seguridad, Pompeyo Bonilla. Aunque el secretario de Defensa, Marlon Pascua, es escoltado por una cantidad desconocida de militares.
Mediante la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, LA PRENSA solicitó a la Secretaría de Seguridad datos sobre la cantidad de policías asignados a los titulares de los tres Poderes del Estado, de la cual reportan que hay 115 policías asignados, entre oficiales y de la escala básica, a los funcionarios antes mencionados.
Asimismo, se solicitó a la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Defensa sobre la cantidad de militares que dan seguridad a los tres presidentes de los Poderes del Estado y otros funcionarios.
Defensa remitió una nota especificando que esa información está clasificada como reservada, de acuerdo con resolución emitida por el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP).
Los convoys
Mientras se maneja que hay un policía para brindar seguridad a tres mil hondureños, estos funcionarios se despliegan con su convoy de seguridad en patrullas, carros blindados y con sirenas irrumpiendo el paso.
La información oficial revela que de los miembros que conforman la Policía Nacional se le han asignado nueve oficiales y 39 de la escala básica al presidente Lobo, lo que totaliza 48 policías a su disposición; cuatro oficiales y 41 escala básica al secretario de Seguridad, lo que totaliza 45 policías.
Para la seguridad de Juan Orlando Hernández están asignados tres oficiales y 10 de escala básica, lo que suma 13 policías a su orden. Para el presidente de la Corte Suprema, Jorge Rivera, dos oficiales y siete escala básica, es decir, nueve policías.
Los 115 uniformados asignados a estos cuatro funcionarios del Estado devengan salarios especiales, a excepción de la escala básica que gana el salario mínimo. Además, reciben entrenamiento especial sobre la seguridad para dignatarios y personajes públicos.
Despilfarro
La comisionada de policía (r) María Luisa Borjas criticó el hecho de que más de 100 policías estén asignados a la seguridad de personajes en lugar de proporcionársela a la ciudadanía.
“Esto es un despilfarro, son personas pagadas por el Estado que deberían estar cuidando a los ciudadanos. Es importante dar a conocer estas cifras y que la gente vea cómo se desperdician los recursos del Estado. ¿Quién va a querer hacerle daño a Pompeyo Bonilla? Esto es una exageración, Bonilla anda seguridad casi como un Presidente, pero solo imagínese: Óscar Álvarez (exministro de Seguridad) tenía 160 policías y nadie dijo nada, hasta les alquilo dos casas al lado de la de él, vivían 80 policías en cada una”, señaló Borjas.
La comisionada en retiro analizó que si 115 policías especialistas están asignados a estas personas no debe haber muchos en los Cobras. “Aquí pasan las cosas y nadie dice nada, con Álvarez todo mundo lo sabía y nadie dijo nada. Es un abuso que usen todos estos policías para su seguridad y el resto de la población en indefensión”, agregó.
Lo ideal según los estándares internacionales es que debe haber un policía por cada 300 habitantes; sin embargo, en Honduras se hacen análisis de un policía para tres mil personas.
“Imagínese la escasez de policías y asignan tantos a una sola persona. Está bien que les asignen nueve al presidente de la Corte. Además, no me parece que no se conozca cuántos militares dan seguridad a funcionarios, debemos conocer esa información”, puntualizó Borjas.
Desprotegidos
Mientras el hondureño común se expone en la calle, en el transporte público o en el campo a la delincuencia que tiene un país de rodillas, los altos funcionarios usan exageradas escoltas de miembros policiales, un número demasiado desproporcionado, según Matías Fúnez, miembro de la Comisión de la Reforma a la Seguridad Pública (CRSP).
“Son demasiados policías, me parece exagerada esa cantidad. Es demasiado alta tomando en cuenta la indefensión en la que se encuentra la mayor parte de la población; a eso hay que agregarle que altos exfuncionarios tienen policías en sus casas pagados por el Estado. Eso viene a agravar más la situación y estas son las cosas que el hondureño no ve con buenos ojos.
La mayoría se siente desprotegida porque ve el contraste que hay entre esta superabundancia de policías que hay protegiendo a funcionarios mientras la población prácticamente está indefensa”, manifestó Fúnez.
El notable hondureño aseguró que tan solo el hecho de ocupar el cargo de titular de un Poder del Estado requiere seguridad, y la Constitución de la República así lo establece.
“Yo no cuestiono el hecho de que ellos tengan seguridad, sino la dosis, la cantidad que se les ha brindado a cada uno, eso es lo exagerado. Que tengan seguridad es normal, así pasa en todos los países por sus altas responsabilidades”, explicó Fúnez.
La presentación de estas cifras es lamentable para Fúnez, por lo que se debe racionalizar el uso.
“Debe haber austeridad; aunque no se trata de mantener desprotegidos a los funcionarios”, concluyó.
