Un año después de la tragedia en que murieron 361 personas debido a un incendio en el penal de Comayagua, los familiares de las víctimas se desahogaron manifestando desconsuelo, impotencia, dolor y hasta rabia en un solo día por el fallecimiento de sus seres queridos, pero alzaron sus voces para clamar por justicia.
Se cumplían 365 días y los parientes de los fallecidos aquella noche del 14 de febrero de 2012 se reunieron frente al centro penitenciario. Cada uno portaba un retrato de sus familiares y una vela.
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