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Dos bandas siembran el terror en La Ceiba

  • 04 octubre 2011 /

La Ceiba se ha convertido en la ciudad más violenta del Atlántico. Hasta agosto de este año reportaba 373 muertes por arma de fuego.

La Ceiba se ha convertido en la ciudad más violenta del Atlántico. Hasta agosto de este año reportaba 373 muertes por arma de fuego, y al ritmo que va se proyecta que superará a San Pedro Sula, que es considerada la segunda urbe más violenta del mundo.

En 2010, Atlántida cerró con una tasa de 131 homicidios por cada cien mil habitantes, convirtiéndola en el lugar más violento de Centroamérica. Ante esas cifras, el director de la Policía Nacional, José Luis Muñoz Licona, toma acciones y ha nombrado a dos de sus mejores policías para hacer frente a la situación y generar acciones que devuelvan la calma a esta ciudad: Filiberto Martínez y José David Aguilar Morán.

En los últimos meses, la cifra de hechos violentos se ha acrecentado en la “Novia de Honduras” y todo es responsabilidad de dos bandas: “Los Pelones” y “Los Grillos” que tienen manos arriba a los pobladores de diez sectores en La Ceiba.

Allí son constantes los enfrentamientos entre estos grupos por operaciones “quitacargas” de droga y dominio de territorio que los ha llevado a librar una verdadera guerra en zonas adonde los ciudadanos han quedado en medio del fuego cruzado y otros han preferido huir. Un equipo especial de LA PRENSA enviado a la zona penetró sectores, como la colonia Pizatti, Irías Navas, El Confite, La Siete, Siete y Medio, La Ocho, Las Mercedes, Riveras del Caribe y Bonitillo donde el terror se ve y se palpa.

Algunas casas están abandonadas, las calles se ven solitarias y la gente se niega a hablar, pero sus rostros reflejan el miedo que sienten. Nadie lleva un recuento del número real de muertos, ni las autoridades tienen la certeza si los siete, ocho o más muertos que aseguran los pobladores que se generan en cada refriega existieron o no porque cuando acuden a los llamados de auxilio no se encuentran rastros de los muertos ni de los detenidos.

Los enfrentamientos

La pesadilla que han estado viviendo los ceibeños al parecer comenzó con el robo de droga de un mula identificado con un seudónimo. La droga era propiedad del jefe de un cartel en La Ceiba y ese hecho fue, según algunos pobladores, lo que originó los enfrentamientos que han obligado a gran parte de su población a confinarse en sus casas producto de toques de queda obligados.

Según testimonios, el jefe del cartel contrató como sicario a un marero integrante de la banda de Los Pelones para acabar con el ladrón de la droga por la mala jugada; pero este ha salido bien librado de siete atentados que a fuerza de balazos y granadas le han ejecutado, pues ninguno ha acabado con su vida.

La otra causa que elevó la violencia en estos sectores ha sido el pleito de territorio que Los Pelones y Los Grillos libran en este sector y que se agudizó cuando Los Grillos mataron a “don Julio”, quien era el dueño de los buses de Bonitillo y padre de uno de los integrantes de la banda Los Pelones. Esto intensificó los ataques que llevaron incluso a implementar el toque de queda en ese corredor.

“Es una guerra sin cuartel, estos grupos han implantado el miedo en estos barrios, hay zonas donde la Policía no ha querido llegar. Ellos se esconden en estas zonas y han obligado a mucha gente a huir. Nosotros no podemos contar todas las barbaridades que hacen porque corremos peligro; pero está claro que aquí ellos mandan y por eso nos dicen que después de las siete de la noche nadie puede circular”, manifestó uno de los vecinos en el sector de El Confite.

Los delincuentes tienen dividida la zona y luchan por apropiarse del territorio al precio que sea.

Los Grillos han contratado malvivientes para fortalecer su grupo. Pobladores aseguran que son Zetas los que han llegado, pero las autoridades descartan tal extremo y aseguran que son bandas locales las que han venido sembrando el terror en las diez colonias ceibeñas.

Huyen

Ante los constantes ataques y el temor a ser víctimas de las bandas, los pobladores han abandonado la zona. Los rótulos de “Se vende” se observan en varias viviendas. Otras están abandonadas, los mismos malvivientes bajo amenazas los obligaron a salir y ahora han quedado bajo el domino de estos dos grupos. “Varios tíos que vivían aquí en Bonitillo se fueron, el acoso de los delincuentes era constante, les dijeron que tenían que pagar el impuesto de guerra o si no los iban a matar. Ellos se afligieron y mejor se fueron, la casa quedó abandonada. Nosotros no tenemos donde ir y lo que nos queda es aguantar lo que aquí ocurra, sólo de la mano de Dios, nada más”, relató una de las vecinas del barrio El Confite.

Las bandas se han armado y tienen bajo su poder Ak-47, fusiles 2.23, pistolas 9 milímetros y 40 milímetros, que han sido detectadas por las autoridades.

La Policía sigue la pista de miembros de la mara 18 en la colonia Las Mercedes que presumen emigraron de la colonia Planeta, de la Lima y que han llegado a La Ceiba. Esta es otra de las zonas que está bajo el dominio de este grupo. Y de ahí también muchos vecinos han optado por abandonar sus casas.

Sin rastros

Cada ataque que se ha generado en la zona ha durado hasta una hora. En muchos de ellos, los vecinos aseguran que se han utilizado hasta granadas y que ha habido varios muertos.

“Nosotros hemos visto que en uno de los ataques murieron de 5 a 8 personas. Uno se encierra por miedo, la orden es esa y con la balacera que se escucha quién va a estar pendiente. Pero cuando las autoridades llegan dicen que no hay muertos, no sabemos qué pasa”, dijo uno de los vecinos en la colonia Pizatti. No hay registro de muertos y heridos en ninguna de las zonas en conflicto, la Policía no ha logrado constatar la muerte de miembros de bandas o ciudadanos en alguna refriega. Algunos consideran que las mismas bandas realizan la operación limpieza y eso genera que no se pueda cuantificar realmente si en cada enfrentamiento hay o no muertos.

Vigilancia

El jefe regional de la Policía No. 1, comisionado Filiberto Martínez, y el jefe departamental en Atlántida, subcomisionado José David Aguilar Morán, aseguran que desde su llegada se da atención al problema para devolver la confianza en la ciudadanía.

“Hemos hecho un análisis de lo que ha venido ocurriendo en estos sectores. Hay planes y nuevas estrategias, estamos trabajando en eso y de manera permanente se ha asignado en el sector a los elementos Cobras que patrullan y vigilan este corredor as 24 horas”, expresó Martínez.

Los jefes policiales aseguran que son los pobladores los que se han autoimpuesto las restricciones para no salir de noche y piden que proporcionen información que pueda llevar a la captura de los integrantes de estas dos bandas. “Es necesario que los ciudadanos colaboren e informen para actuar de inmediato. Tenemos la voluntad de atacar el problema. En Bonitillo estas bandas comenzaron a sacar a la gente de sus casas, las atemorizaban y cuando vieron que podían perder la vida las abandonaron. Son varias las familias que se han ido, que dejaron todo por miedo”, manifestó el subcomisionado José David Aguilar Morán, jefe departamental de la Policía.