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Magistrados amenazan con denunciar a presidente de la Corte

  • 31 enero 2013 /

En una carta enviada a Jorge Rivera Avilés, titular del Poder Judicial, el togado Marco Vinicio Zúniga se niega a ser rotado.

La Corte Suprema de Justicia (CSJ) sigue siendo el escenario de polémicas diferencias que resultan, esta vez, de cambios en las coordinaciones de varias salas.

Jorge Rivera Avilés.

Los desencantos e inconformidades rebalsaron con las nuevas disposiciones de Rivera Avilés, quien notificó la rotación de coordinaciones de salas, que se hacen en enero de cada año.

Este año no solo notificó rotaciones de coordinaciones. Rivera Avilés dio a conocer en el oficio PCSJ No 063-2013 que el magistrado Raúl Antonio Henríquez Interiano ya no formará parte de la Sala Penal y que fue trasladado a la Sala Civil; y a su vez, Marco Vinicio Zúniga Medrano ya no forma parte de la Civil y pasa a la Penal.

Se conoció que nunca se presentó el caso de traslado de magistrados a otras salas. Esto generó inconformidad de ambos magistrados.

Para el caso, Zúniga Medrano redactó una dura respuesta para Rivera Avilés, quien la recibió ayer a las 10:30 am. En su oficio expone que el reglamento de la CSJ, Acuerdo No. 04-02 del pleno, es claro y terminante al expresar en su artículo 16 lo siguiente: “La presidenta o el presidente designarán las magistradas o magistrados que integrarán las salas y de estos designará la presidenta o presidente, coordinadora o coordinador de sala, quienes iniciarán sus funciones el veintiocho de enero y el cargo se tomará anualmente, siguiendo el orden de precedencia, sin perjuicio de lo que disponga la ley”.

En consecuencia, dicho artículo se refiere única y exclusivamente a la presidenta o al presidente, coordinadora o coordinador de cada sala: Constitucional, Civil, Penal y Laboral.

“Interpretarlo de otra manera solo cabe en la cabeza de un ignorante, de un necio o de alguien con algún tipo de trastorno nervioso provocado por la ingesta de alguna sustancia espirituosa”, manifestó Zúniga Medrano en la carta de seis páginas.

Es más, expuso: “No existe en ninguna ley, Constitución ni reglamento que autorice la rotación de magistrados que ya integran las salas de la CSJ” ni que le otorgue tal facultad al presidente del Poder Judicial. “Por lo que el abuso de autoridad en el que usted (Rivera Avilés) incurre en el oficio PCSJ No 063-2013, que pretende trasladarme arbitrariamente a la Sala de lo Penal, nuevamente me obliga a exigirle respeto, tal como lo hice en la carta que le envié en fecha 22 de mayo de 2009, la que seguramente ha olvidado, según se rumora en los pasillos del Palacio de Justicia, por el consumo patológico e inconmensurable de alcohol”, aseveró Zúniga.

En dicha misiva, el magistrado le exigió a Rivera Avilés “respeto a nuestra dignidad de magistrados. Recuerde que tan magistrado es usted como nosotros; ninguno es más que los demás. ¡No más engaños! ¡No más mentiras!”. Pide el cese inmediato de conductas reñidas con la ley, la moral y las buenas costumbres.

Zúniga pidió además la evaluación inmediata del desempeño y la gestión de Rivera Avilés, “pues a lo mejor sus constantes viajes y las alturas en que realiza los mismos no le permiten darse cuenta de que no ha sido capaz, hasta ahora, de definir metas y objetivos precisos y asequibles y por lo tanto no vemos claramente qué rumbo llevamos.

Lo que sí está claro es que, con su ‘estilo gerencial’, la nave del Poder Judicial jamás llegará a puerto seguro porque su capitán la está conduciendo a gran velocidad a un inevitable naufragio en aguas turbulentas. Y ojalá que, de ser así, no sea el capitán el primero que abandone la nave”, escribió Zúniga en la nota que le envió hace cuatro años a Rivera Avilés, “y me percato de que, con sus actuaciones, cada día adquiere mayor vigencia”.

Sobre su cambio de sala, lamentó que se hizo contra su voluntad. “No solo constituye abuso de autoridad, sino que atenta contra mi independencia jurisdiccional e inamovilidad; contra la línea jurisprudencial establecida por la Sala de lo Civil de la CSJ. Además, trasladarme a otra sala cuya materia no es mi especialidad únicamente afectaría el desempeño tanto de la Sala de lo Civil como de la Sala de lo Penal”, dijo.

Por tanto calificó la intención de Rivera Avilés de integrarlo otra sala como “un acto arbitrario, caprichoso, antojadizo y abusivo que contraviene el orden establecido en la Constitución de la República, las leyes y el reglamento interior de la CSJ”.

Denuncias

En consecuencia, Zúniga sostuvo que no está obligado a cumplir lo dispuesto por Rivera Avilés. Zúniga, quien asegura que es el magistrado más productivo, dijo que no solicitó ni solicitará ser cambiado de sala.

Le exigió a Rivera Avilés que rectifique su conducta y “desista de sus aviesas intenciones, reconociéndome no solo como magistrado de la Sala de lo Civil, sino como coordinador de la misma; o de lo contrario, procederá entablar denuncias que correspondan ante la Fiscalía General de la República por abuso de autoridad y ante el Congreso Nacional para que investigue su conducta administrativa”.

No acepta cambios

Raúl Antonio Henríquez Interano, el otro magistrado rotado de su cargo en la sala de lo Civil, expuso en el programa de debates Frente a frente que fue trasladado de manera inconsulta a otra sala de la Corte Suprema.

“No aceptamos ni aceptaremos porque eso es violatorio de nuestra independencia y de la inamovilidad que los jueces debemos tener de manera interna en el momento cuando son conformadas las salas de la Corte. A los cuatro años de estar en el Poder Judicial, al tener ya un camino hecho y una experiencia en una sala, se nos viene de manera abrupta a cambiar de sala sin nuestro consentimiento, sin estar facultado por el reglamento interno para hacerlo”.

También afirmó que denunciará ante el Ministerio Público a Rivera Avilés si no corrige los cambios que van contra la ley.