Tegucigalpa, Honduras.
Cientos de policías de la escala básica que sobrepasan los 50 años y los que adolecen de enfermedades y problemas físicos, así como los que tienen procesos disciplinarios pendientes o cuentas con la justicia, serán cesanteados como parte de la última etapa del proceso de depuración y transformación de ese cuerpo de seguridad del Estado.
En los próximos días, la Comisión Especial de Depuración de la Policial Nacional se abocará a la evaluación de los más de 10,000 agentes que componen la escala básica y el personal auxiliar, tras culminar la etapa de depuración de comisionados, subcomisionados, comisarios, subcomisarios, inspectores y subinspectores.
Omar Rivera, miembro de la Comisión Depuradora, reconoció que ahora viene el trabajo más complejo del proceso de adecentamiento de la institución; pero lo que sí está claro es que la evaluación se hará a cada uno de los agentes de la escala básica.
“Será complejo evaluar a un número tan elevado de agentes de la base policial, por lo que tendremos que iniciar con aquellos que tienen problemas con la justicia, los procesados y enjuiciados, aquellos que están siendo investigados por órganos contralores del Estado y entidades operadoras de justicia, los que han cometido faltas y transgredieron el régimen disciplinario, y los que no aprobaron las pruebas de confianza”, apuntó.
Rivera agregó que en este momento se han abocado principalmente a realizar una especie de depuración de los procesos disciplinarios, por ejemplo, a gente que abandonó sus cargos o que tiene audiencias de descargo que no han podido evacuarse todavía.
El depurador señaló que hay una gran cantidad de agentes que por su condición física o de salud tienen que ser pensionados y otros que por su edad no pueden continuar y tienen que ser jubilados.
Ejemplificó que hay policías que tienen alguna incapacidad o padecen de enfermedades de la vista, diabetes, hipertensión arterial u otros dolencias que les impiden hacer su trabajo y que deben ser pensionados.
Dentro de ese grupo saldrán los mayores de 50 años que están todavía en servicio y que serán jubilados con todos sus derechos.
“Los policías de escala básica que de acuerdo con disposiciones legales deban ser pensionados y jubilados podrán recibir ese beneficio. No es justo que quienes tengan alguna limitación física o de salud, o los que ya están en etapa de jubilarse, sigan en servicio, a ellos se les debe respetar su derecho de gozar de los beneficios que ofrecen las entidades de previsión a las cuales han cotizado”, acotó.
El ministro de Seguridad, Julián Pacheco, elogió el trabajo de los miembros de la Comisión y el acompañamiento que ha recibido del grupo desde que comenzó el proceso de limpieza policial.
Resaltó que la Policía es una institución fundamental para la vida del país y se ha avanzado mucho en su depuración. “Estamos construyendo una nueva policía y esto no es una perorata”, destacó durante un encuentro con editores y jefes de redacción.
Cientos de policías de la escala básica que sobrepasan los 50 años y los que adolecen de enfermedades y problemas físicos, así como los que tienen procesos disciplinarios pendientes o cuentas con la justicia, serán cesanteados como parte de la última etapa del proceso de depuración y transformación de ese cuerpo de seguridad del Estado.
En los próximos días, la Comisión Especial de Depuración de la Policial Nacional se abocará a la evaluación de los más de 10,000 agentes que componen la escala básica y el personal auxiliar, tras culminar la etapa de depuración de comisionados, subcomisionados, comisarios, subcomisarios, inspectores y subinspectores.
Omar Rivera, miembro de la Comisión Depuradora, reconoció que ahora viene el trabajo más complejo del proceso de adecentamiento de la institución; pero lo que sí está claro es que la evaluación se hará a cada uno de los agentes de la escala básica.
“Será complejo evaluar a un número tan elevado de agentes de la base policial, por lo que tendremos que iniciar con aquellos que tienen problemas con la justicia, los procesados y enjuiciados, aquellos que están siendo investigados por órganos contralores del Estado y entidades operadoras de justicia, los que han cometido faltas y transgredieron el régimen disciplinario, y los que no aprobaron las pruebas de confianza”, apuntó.
Rivera agregó que en este momento se han abocado principalmente a realizar una especie de depuración de los procesos disciplinarios, por ejemplo, a gente que abandonó sus cargos o que tiene audiencias de descargo que no han podido evacuarse todavía.
El depurador señaló que hay una gran cantidad de agentes que por su condición física o de salud tienen que ser pensionados y otros que por su edad no pueden continuar y tienen que ser jubilados.
Ejemplificó que hay policías que tienen alguna incapacidad o padecen de enfermedades de la vista, diabetes, hipertensión arterial u otros dolencias que les impiden hacer su trabajo y que deben ser pensionados.
Dentro de ese grupo saldrán los mayores de 50 años que están todavía en servicio y que serán jubilados con todos sus derechos.
“Los policías de escala básica que de acuerdo con disposiciones legales deban ser pensionados y jubilados podrán recibir ese beneficio. No es justo que quienes tengan alguna limitación física o de salud, o los que ya están en etapa de jubilarse, sigan en servicio, a ellos se les debe respetar su derecho de gozar de los beneficios que ofrecen las entidades de previsión a las cuales han cotizado”, acotó.
El ministro de Seguridad, Julián Pacheco, elogió el trabajo de los miembros de la Comisión y el acompañamiento que ha recibido del grupo desde que comenzó el proceso de limpieza policial.
Resaltó que la Policía es una institución fundamental para la vida del país y se ha avanzado mucho en su depuración. “Estamos construyendo una nueva policía y esto no es una perorata”, destacó durante un encuentro con editores y jefes de redacción.
