17/04/2024
01:05 AM

'No soy un bebesaurio; no escalé posiciones por mi apellido”: Toño Rivera

Es un abogado y diputado con “sangre azul”. Es nacionalista y y fue dirigente del Club Deportivo Motagua.

Tegucigalpa, Honduras

Antonio Rivera Callejas, conocido más como Toño el de los chocoyos, es un abogado y diputado con “sangre azul”. Es nacionalista y y fue dirigente del Club Deportivo Motagua.

La vena política la trae desde su nacimiento, pues es hijo de un reconocido líder del Partido Nacional a quien se le conocía como el Zorro Mario Rivera López (QDDG).

¿Quiénes son sus padres?

Mario Rivera López, falleció hace siete años, él fue presidente del Partido Nacional, del Motagua y del Congreso Nacional. Mi madre que aún vive, gracias a Dios, Eva Isabel Callejas.

¿Qué legado le dejó su papá?

Muchas cosas. Siempre quise seguir los pasos de mi padre, era un buen hombre que se daba a querer fácilmente. Era solidario y un político por naturaleza y sumamente conciliador. Nos hace mucha falta y todos los días lo recuerdo.

¿Qué legado le dejó su papá? ¿Por qué a su papá le decían el Zorro?

Era muy sagaz, él sabía maniobrar fácilmente en la política. Ayudó a muchos presidentes, solo él no lo fue. Cuando mi papá murió, los mayores reconocimientos que tuvo fueron de la oposición. Tuvo un editorial lindísimo de Carlos Flores, una carta de Jorge Arturo Reina y Manuel Zelaya llegó al sepelio.

¿Y a usted le dicen Zorro?

Nos llamaron así en un tiempo, pero fue muy poco.

¿Qué cree que ha heredado de su padre?

La solidaridad hacia quien más lo necesita. También, la vena política; sin embargo, yo escalé todas las posiciones en mi partido.


¿Entonces no se considera bebesaurio?

No, yo no llegué a ningún lugar por el apellido, yo estuve en comités locales, departamentales. Fui presidente de la juventud, regidor de la alcaldía, juez de policía. Vengo desde abajo e inicié a los 14 años en la política.

¿Tiene acciones en el Motagua?

Yo fui mascota del Motagua y soy criticado por eso (ríe). Me siento orgulloso de eso porque yo digo mascota en el sentido de que salía siempre con los jugadores, pero la oposición utiliza el término en otro sentido. Todos mis hijos han sido mascotas del Motagua y estamos orgullosos de eso. No, no tengo acciones en el equipo, pero sí he sido dirigente toda la vida, ahora ya no, por el tiempo.

¿Adónde estudió?

En la Escuela Americana. Fue una experiencia muy bonita porque yo vivía cerca del Country Club, cerca estaba el barrio la Divanna, esta fue la primera invasión en Tegucigalpa y le decían Los Fuertes. Ahí miraba a niños de escasos recursos económicos y ellos eran mis amigos, jugábamos fútbol. Pero, por otro lado, tenía mis amigos de la Escuela Americana, como Ricardo Álvarez, Pedro Casanova, Camilo Atala, Ana María Villeda, Elvin Santos. Podía ver el contraste de aquellos amigos de la Divanna, que aún son buenos amigos, con los de la escuela. Mi niñez y adolescencia fueron muy bonitas.

¿Sus amigos del barrio le pusieron algún sobrenombre?

Sí. A un amigo, le decíamos Sanidad, a otro la Pulga, el Chele y a mí me decían el Ronco.

¿Cuál es la diferencia de la reelección de Manuel Zelaya con la de Juan Orlando Hernández?

Es abismal porque Mel no quería la reelección sino perpetuarse en el poder, no iba a haber elecciones, había una una cuarta urna manejada por el Instituto de Estadísticas y no por el Tribunal Supremo Electoral y los poderes del Estado en ese monento dijeron que no procedía la cuarta urna. El caso de Juan Orlando es totalmente diferente, fuimos a la Corte y dijo que sí se permitía la reelección. La gente ha querido confundir y decir que es lo mismo y no lo es.

¿Siempre apoyó al presidente Juan Orlando Hernández?

Hace cuatro años lo apoyé por obligación partidaria, esto por unidad del partido y disciplina para que no ganara Xiomara Castro ni Nasralla; casi por obligación porque en las internas había mucha fuerza con Ricardo Álvarez y yo era del moviento de Ricardo. Hoy, cuatro años después, lo hago por convicción patriótica porque ha hecho las cosas muy bien y es el mejor presidente que hemos tenido, y debe seguir.

¿No se arrepiente de haber andado con los camisetas blancas en 2009 y hoy no?

Al contrario, me siento orgulloso. Creo que aquella expansión del chavismo la paramos en Honduras.

¿Cómo es la relación con su hermano Chano?

Excelente, nos llevamos superbien. Pensamos diferente y nos peleamos a cada rato porque en la política vemos las cosas de diferente ángulo. Pero es con el hermano que más comparto.

¿Cómo ve ahora la Constitución?

(Ríe), la Constitución es la misma que redactó mi padre cuando fue constituyente. Pero sí creo que necesitamos cambios, los únicos artículos pétreos son los de la Biblia. El mundo va cambiando y evolucionando y nuestra Constitución no es perfecta. La Carta Magna que hay está de acuerdo con lo que pasaba en los años 80 por tantos golpes de Estado.


¿Sería necesaria una nueva Constitución?

Posiblemente, habría que analizarlo.

¿Volverá a reelegirse como diputado?

Ya tengo tres períodos y cada uno de ellos conflictivo. El primero fue en 2009 cuando el golpe de Estado o crisis política, como quieran llamarlo, estaba como jefe de bancada. En el segundo período me fui con una alianza parlamentaria de 21 diputados que no necesariamente estábamos de acuerdo en todo lo que el partido dijera. Este último, pues es un Congreso atípico. Creo que buscaría la reelección. Dentro del partido me ven como un defensor y en lo externo no tan bien.

¿Aspirará a la presidencia del Congreso?

(Ríe), no, es algo difícil.

¿Lo han criticado en la calle?

Muy poco. Yo no ando con seguridad y generalmente camino solo. Es más la crítica en redes sociales.

¿Es familia del expresidente Rafael Callejas?


Sí, mi mamá y el licenciado Callejas son primos hermanos. Hace poco fui a verlo, yo andaba en Tampa en una visita de mi hijo y estaba a dos horas de donde él y fui a verlo.


¿Qué opina el ex-Presidente de la reelección de JOH porque el coordinador del Monarca no se ha mostrado tan a favor?


No hablamos de ese tema. Pero es contradictorio porque el mismo ex-Presidente fue a la Corte para solicitar la reelección.