San Pedro Sula, Honduras.
Las campanas de la catedral repicaron anunciando la fiesta. Los sampedranos abarrotaron la catedral para participar de la eucaristía diocesana en honor a San Pedro, patrón de los sampedranos.
El obispo Ángel Garachana y su auxiliar Rómulo Emiliani celebraron la misa, donde participó todo el clero de la diócesis y las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Armando Calidonio, la vicealcaldesa Lilia Umaña, regidores y funcionarios públicos.
En la homilía, Garachana mandó un mensaje en el año de la misericordia y recordó que “tenemos el corazón duro y hemos perdido la sensibilidad y la falta de compromiso”.
Recordó la vida del apóstol San Pedro y resaltó su sensibilidad, un detalle que para muchos es signo de debilidad; pero no es así. “Admiro sus lágrimas. Pedro fue grande para amar y también para arrepentirse. Diría que Pedro amó, y por eso le dolió su negación al señor”, aseguró. él vivió un estado de confusión y desconcierto, recordó el obispo.
Violencia
En la festividad de la ciudad, el obispo manifestó que la iglesia llora por el dolor y sufrimiento de sus hijos causado por el comportamiento humano. “Al decir iglesia somos todos, y debemos llorar como Pedro por la falta de compromiso, por los errores, y cada uno debe saber que debemos tener lágrimas de agradecimiento y amor”, expresó.
“La iglesia llora también porque en la raíz de la violencia, de la corrupción, de la inequidad social y en el egoísmo está el pecado”.
El obispo dijo que la iglesia de San Pedro Sula debe tener una misericordia hasta hacer suyo el dolor y el sufrimiento de los hijos.
“Dejemos las estadísticas de la violencia. Si son más o menos los datos, aún son aterradores, más masacres. Cuánto sufrimiento y cuánto dolor por la violencia”, comentó.
El obispo aseguró que si queremos una ciudad en paz, armonía y convivencia debemos orar; trabajemos para lograrlo, indicó.
Detalló que la injusticia, la inequidad social y la corrupción tiene de rodillas a la ciudad y están obligando a migrar. Llamó a las autoridades a ser sensibles a la problemática que se vive a diario.
Las campanas de la catedral repicaron anunciando la fiesta. Los sampedranos abarrotaron la catedral para participar de la eucaristía diocesana en honor a San Pedro, patrón de los sampedranos.
El obispo Ángel Garachana y su auxiliar Rómulo Emiliani celebraron la misa, donde participó todo el clero de la diócesis y las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Armando Calidonio, la vicealcaldesa Lilia Umaña, regidores y funcionarios públicos.
En la homilía, Garachana mandó un mensaje en el año de la misericordia y recordó que “tenemos el corazón duro y hemos perdido la sensibilidad y la falta de compromiso”.
Recordó la vida del apóstol San Pedro y resaltó su sensibilidad, un detalle que para muchos es signo de debilidad; pero no es así. “Admiro sus lágrimas. Pedro fue grande para amar y también para arrepentirse. Diría que Pedro amó, y por eso le dolió su negación al señor”, aseguró. él vivió un estado de confusión y desconcierto, recordó el obispo.
Violencia
En la festividad de la ciudad, el obispo manifestó que la iglesia llora por el dolor y sufrimiento de sus hijos causado por el comportamiento humano. “Al decir iglesia somos todos, y debemos llorar como Pedro por la falta de compromiso, por los errores, y cada uno debe saber que debemos tener lágrimas de agradecimiento y amor”, expresó.
“La iglesia llora también porque en la raíz de la violencia, de la corrupción, de la inequidad social y en el egoísmo está el pecado”.
El obispo dijo que la iglesia de San Pedro Sula debe tener una misericordia hasta hacer suyo el dolor y el sufrimiento de los hijos.
“Dejemos las estadísticas de la violencia. Si son más o menos los datos, aún son aterradores, más masacres. Cuánto sufrimiento y cuánto dolor por la violencia”, comentó.
El obispo aseguró que si queremos una ciudad en paz, armonía y convivencia debemos orar; trabajemos para lograrlo, indicó.
Detalló que la injusticia, la inequidad social y la corrupción tiene de rodillas a la ciudad y están obligando a migrar. Llamó a las autoridades a ser sensibles a la problemática que se vive a diario.
