Tegucigalpa, Honduras.
La comisión liquidadora de los empleados de la desaparecida Dirección General de Transporte (DGT) aún no ha entregado las notificaciones de despido a los 685 empleados porque están en la etapa de cálculos.
Pero esperan, a más tardar, en dos semanas iniciar la entrega de los sobres y las liquidaciones, informó Felipe Morales, vocero de la comisión liquidadora.
Dijo que el pago de las prestaciones se hará por medio del Sistema de Administración Financiera Integrada (Siafi) de la Secretaría de Finanzas (Sefin).
Calculó que el monto que se cancelará a los burócratas es de más de 100 millones de lempiras, los que están disponibles en la Sefin.
“Estamos recabando toda la información y posteriormente haremos las notificaciones, y después el pago. Estamos haciendo cuadros, hojas de cálculos, y de ahí informaremos a Finanzas. La liquidación se hará a través del Siafi”, manifestó.
Mientras los empleados no reciban la carta de despido, siguen laborando y devengando su salario.
Aseveró que seguirán lo que la ley ordena en estos casos para evitar demandas en los juzgados de lo contencioso administrativo.
Desde el 15 de marzo se juramentó a esta comisión y se les dio un plazo de dos meses para liquidar a todo el personal de la antigua DGT, ya que con la entrada en vigencia de la nueva a Ley del Transporte se crea el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT).
Morales se refirió a que no está dentro de las competencias de la comisión investigar las mafias que operaban dentro de la entidad para la venta de permisos de forma irregular porque ya se hizo un informe. “Serán las autoridades del nuevo Instituto de Transporte las encargadas de llevar cualquier situación anómala a la Fiscalía”, expuso.
Rechazo
Melvin Sierra, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (Insep), a la que estaba adscrita la DGT, rechazó la decisión del Gobierno. Anunció que demandarán internacionalmente al Estado por el despido de los empleados, a lo que han catalogado como una masacre laboral. Todos los empleados están a la expectativa.
La comisión liquidadora de los empleados de la desaparecida Dirección General de Transporte (DGT) aún no ha entregado las notificaciones de despido a los 685 empleados porque están en la etapa de cálculos.
Pero esperan, a más tardar, en dos semanas iniciar la entrega de los sobres y las liquidaciones, informó Felipe Morales, vocero de la comisión liquidadora.
Dijo que el pago de las prestaciones se hará por medio del Sistema de Administración Financiera Integrada (Siafi) de la Secretaría de Finanzas (Sefin).
Calculó que el monto que se cancelará a los burócratas es de más de 100 millones de lempiras, los que están disponibles en la Sefin.
“Estamos recabando toda la información y posteriormente haremos las notificaciones, y después el pago. Estamos haciendo cuadros, hojas de cálculos, y de ahí informaremos a Finanzas. La liquidación se hará a través del Siafi”, manifestó.
Mientras los empleados no reciban la carta de despido, siguen laborando y devengando su salario.
Aseveró que seguirán lo que la ley ordena en estos casos para evitar demandas en los juzgados de lo contencioso administrativo.
Desde el 15 de marzo se juramentó a esta comisión y se les dio un plazo de dos meses para liquidar a todo el personal de la antigua DGT, ya que con la entrada en vigencia de la nueva a Ley del Transporte se crea el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT).
Morales se refirió a que no está dentro de las competencias de la comisión investigar las mafias que operaban dentro de la entidad para la venta de permisos de forma irregular porque ya se hizo un informe. “Serán las autoridades del nuevo Instituto de Transporte las encargadas de llevar cualquier situación anómala a la Fiscalía”, expuso.
Rechazo
Melvin Sierra, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (Insep), a la que estaba adscrita la DGT, rechazó la decisión del Gobierno. Anunció que demandarán internacionalmente al Estado por el despido de los empleados, a lo que han catalogado como una masacre laboral. Todos los empleados están a la expectativa.
