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Ruta 504: Un vistazo al despertar de la ciudad de San Pedro Sula

  • 25 junio 2016 /

A mediados del siglo pasado el presidio estaba frente donde ahora está la Iglesia Cuadrangular Evangélica.

San Pedro Sula, Honduras

San Pedro Sula, que cumple 480 años, es la ciudad más grande de Honduras y segunda en población atrás de Tegucigalpa. Es sede de las empresas industriales más importantes del país, por lo que también es conocida como la capital industrial de Honduras.

Fue fundada el 27 de junio de 1536 por el conquistador español Pedro de Alvarado, que la bautizó como San Pedro de Puerto Caballos.

En la actualidad, San Pedro Sula es la ciudad con la más alta tasa de crecimiento poblacional del país. Alcanzó desarrollo económico con la llegada de las transnacionales bananeras a principios del siglo XX, y el posterior establecimiento de parques industriales (ZIP) en el valle de Sula.

Se estima su población en un millón de habitantes, de los que 814.000 son nativos o residentes y el resto es población flotante que se ha establecido en la ciudad por determinados periodos de tiempo para buscar trabajo, estudiar o hacer algún tipo de negocio.

Gráfica tomada en 1948 del Paseo Lempira que fue inaugurado en 1936.

De cornetas, hamborgas y “vacas negras

Los viejos tiempos y el desarrollo paulatino de San Pedro Sula han quedado grabados en fotografías y en la memoria de algunos vecinos que tuvieron la suerte de vivir ese pasado.

Ya no se escucha el toque de la trompeta anunciando los bandos en las esquinas de la ciudad ni la banda que tocaba los domingos en el viejo parque iluminado a principios de siglo por lámparas de carburo.

El hotel New York fue uno de los más modernos en su época.



En lugar del cuartel que ocupaba toda una manzana en el centro, ahora se yerguen majestuosos los edificios del hotel Sula y del Banco Atlántida.

El locutor Virgilio Andrade, quien fue corneta de aquel cuartel, recuerda que las hamborgas o hamburguesas fueron introducidas en el paladar de los sampedranos por el cubano Oswaldo Fernández dueño del salón Camagüey, pionero de las comidas rápidas. Otro de los salones populares entre la juventud de aquel entonces era el Bell, famoso por sus tacos tostaditos y sus vacas negras, una mezcla de “Ice cream” con refresco cola.

El edificio de este hotel también funcionó como pensionado.



A mediados del siglo pasado el presidio estaba frente donde ahora está la Iglesia Cuadrangular Evangélica. No había mujeres presas. El primer edificio de tres pisos fue el de la casa de la familia Córdova construido cuando la ciudad comenzaba a abrirse al desarrollo.

En esta casa que estaba frente al museo funcionó una pulpería.