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'Me embaracé por error y aborté con pastillas': relato de adolescente

  • 20 junio 2016 /

San Pedro Sula, Honduras.

“Aborté dos veces usando una pastilla que se llama Cytotec y en la segunda vez sentí que me iba a morir por el dolor. Yo nunca creí que iba a hacer algo así en la vida, pero fue por miedo”, confesó a Diario LA PRENSA una joven de apenas 19 años.

Su historia no es para nada un caso aislado, pues de los 80,000 abortos al año en Honduras, la mayoría son provocados y evidencian la irresponsabilidad con que muchas mujeres se están tomando el tema. Una investigación periodística de Diario LA PRENSA reveló que las pastillas a base de misoprostol, que se venden sin receta y sin factura en varias farmacias y pulperías del país, han venido a reemplazar los complejos procedimientos abortivos de clínicas clandestinas, pues muchas ven estas píldoras como una “vía de escape”, sin considerar los riesgos que conlleva e ignorando que toda forma de aborto provocado adrede es prohibida en Honduras.

El método abortivo más usado y su costo
La mayoría de mujeres y menores que abortan ilegalmente en Honduras lo hacen usando las pastillas a base de misoprostol que cuestan 250 lempiras, L700 o más.
“Las dos veces que quedé embarazada fue del mismo novio que tenía, creía que me cuidaría. Yo no sabía nada de planificar. Él averiguó con una hermana suya que se podía abortar con Cytotec y me compró las pastillas las dos veces. Después de mi segundo aborto terminé con él. No quiero saber nada de hombres”, dijo la joven, quien al abortar era menor de edad.

Honduras, con 26%, tiene la segunda tasa más alta de embarazos en adolescentes en toda Latinoamérica, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), pues en el país una de cada cuatro niñas queda embarazada antes de cumplir 19 años.

La joven aceptó que abortó porque “no hubiera sabido que hacer con un hijo. Me daba miedo pensarlo, ni dormía. Mi familia no lo iba a aceptar, quieren que estudie”, expresó.

La muchacha afirmó que su segundo aborto fue de alto riesgo. “Sentí un dolor horrible en el vientre y sangré mucho. Las dos veces que aborté fui al hospital para que me hicieran el legrado. Ahí me salvaron la vida”, dijo la joven.

Arriesgando la vida con las píldoras
Abortar con Cytotec puede causar infertilidad en el futuro en la mujer y en algunos casos puede llegar a provocar hasta la muerte de la embarazada.
Tendencia mortal

Martha Lorena Casco, exdiputada y miembro de la organización Provida ha sido una de las principales voces en contra del aborto en el país y considera que las autoridades deben implementar un plan que frene la ola masiva de abortos en Honduras.

No es posible que las adolescentes y mujeres estén abortando en el país con tanta facilidad. Es inaceptable que puedan comprar pastillas para abortar con total libertad y sin ningún tipo de control. Son vidas que se pierden”, declaró.

Dato
Las cifras por abuso sexual en Honduras solo representan el 8% del total de casos que en realidad ocurren
La representante de Provida resaltó la importancia de investigaciones como la publicada por Diario LA PRENSA, pues exponen “lo fácil que es abortar en Honduras, aunque sea ilegal”.

Agregó que “los casos están a la vista de todos, pero mientras haya impunidad y no se haga consciencia en la población, la gente seguirá actuando irresponsablemente, pues cada aborto es una vida quitada”, expresó Casco.

Descuido

La sicóloga Magdalena Turcios, quien continuamente brinda tratamiento a jóvenes que abortan, expresó que es una tendencia clara que la mayoría de abortos provocados adrede son por casos de “embarazos por descuido” y no por abuso sexual.

“Es alarmante ver como las jóvenes se están tomando a la ligera el tema de abortar y más ahora que tienen la facilidad de hacerlo con pastillas”, indicó.

Turcios declaró que la falta de enseñanza de buenos valores en el hogar y la carencia de educación sexual, son el verdadero origen de que existan tantos abortos clandestinos en el país.

Por su parte, el obispo auxiliar de la Diócesis de San Pedro Sula, monseño Rómulo Emiliani, expresó que “la vida es sagrada. Siempre hemos estado y estaremos en contra del aborto. Cuando se aborta se mata a un ser vivo”, afirmó.

No siempre es descuido

Según datos del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), en 15% de los casos de violación sexual, las mujeres quedan embarazadas de sus agresores.

Neesa Medina, analista en violencia contra las mujeres del CDM, dijo que al año en Honduras hay 2,000 denuncias de violencia sexual, pero que la cifra real es mucho más grande. “Se estima que en realidad hay más de 20,000 casos de violencia sexual anualmente en Honduras”, manifestó Medina.

El CDM es una de las organizaciones que apoyan que en el territorio hondureño se apruebe el aborto en ciertos casos específicos.

Foto: La Prensa