Marlon Santos Buendía es un sampedrano que crea verdaderas obras de arte sobre el metal de los automóviles que llegan hasta su taller.
Santos utiliza un aerógrafo, dispositivo que produce un fino rocío de pintura para recubrir superficies pequeñas con fines artísticos, con el cual da vida a las más atrevidas ocurrencias de sus clientes.
Esos tatuajes que no son en piel, sino en metal comenzaron en la cabeza de Santos muchos años atrás, aunque en ese momento el tuning no era muy conocido en Latinoamérica.
Moda
Ahora está de moda personalizar el vehículo con accesorios, pintura, luces led y de xenón. Los autos se convierten en un lienzo donde se trabaja con las formas y los contornos para adaptar un diseño. Santos explica que cada diseño se hace pensando en el gusto y personalidad del cliente.
Puede ser un tuneado extremo o uno sencillo, con un pequeño detalle, como una tenue mariposa, explica mientras sigue decorando su auto en el taller. Esta técnica, además de ser novedosa, brinda ciertas garantías porque es hecha con pintura automotriz y diseñada para que el vehículo sea único. Santos explica que en varias ocasiones sus servicios han sido utilizados para negocios; por ejemplo, en el transporte de mercaderías como flores o zapatos, ya que siempre lucen como nuevos y no se deterioran, a diferencia de las calcomanías.
Este artista del aerógrafo conduce un Toyota Corolla que él mismo se ha encargado de tunear con un dragón encadenado y en llamas que recibe el nombre de “el carro de fuego”, el cual pasea con orgullo en diferentes exposiciones.
El nombre del taller Buendía con Jesús, adonde crea sus obras, proviene de una combinación entre su apellido y sus creencias religiosas.
