24/04/2024
10:25 PM

Progreseño cumple su sueño fabricando réplicas de buses

El Progreso, Honduras.

Desde que estaba en el colegio, Manuel Verde se imaginaba manejando un bus de pasajeros y pasaba horas enteras dibujándolos.

El sueño se le ha cumplido a medias, pues, además de trabajar como ayudante de una empresa de transporte que cubre el corredor entre El Progreso y Tela, tiene una flota de buses a escala que él mismo fabrica.

Unidades que recorren los diferentes corredores del país están representadas fielmente en las réplicas que este ingenioso progreseño elabora principalmente con cajas desechadas de pizza.

Todos los buses son copias minuciosas de modelos reales. “No he hecho ninguno que no exista”, se jacta el joven de 21 años, quien tiene su taller en un apartamento que alquila en la colonia Los Naranjos de El Progreso.

Foto: La Prensa

En un apartamento de la colonia Los Naranjos, de El Progreso, se encierra a hacer sus obras de arte después de cumplir su jornada como ayudante.
El primer bus que hizo hace cinco años le salió cuadrado, pero aún así lo subió a su Facebook y fue la atracción de sus amigos, quienes le pidieron que se los vendiera. “No lo vendo, lo hice para mí”, les contestaba él.

Sin embargo, al perfeccionar su técnica y ver crecer su flota, decidió acceder a las peticiones de la gente que quería uno de aquellos busitos para tenerlo de adorno. Ahora, su pasatiempo le genera unos ingresos extras, pues vende cada unidad a 250 lempiras. “Hasta el momento he vendido unos 50, pero también he regalado otros cuantos”, dice.

Sus réplicas están hasta en Estados Unidos, ya que le dio tres a una amiga norteamericana que conoció viajando en los buses; ella es misionera. “Estos los voy a tener conmigo toda la vida”, le comentó su amiga, quien casualmente también es una apasionada de los buses y ahora está en Filadelfia.

Foto: La Prensa

A unos de los busitos les pone luces con el sistema eléctrico de jugetes desechados.
Manuel Verde comenzó trabajando en los buses urbanos de El Progreso después de terminar su plan básico en el colegio Pompilio Romero de su colonia. Luego surgió en su mente la idea de tener sus propios buses, aunque fuera en miniatura.

Las réplicas las hace generalmente por la noche, después de su jornada diaria en la empresa de transportes Tupsa.

Comenta que cuando encuentra una caja de pizza mal puesta, la recoge sin dilación, puesto que es la materia prima que utiliza a fin de darle forma a sus obras de arte.

A simple vista parece que sus buses fueran de madera o de otro material debido a que el muchacho utiliza silicón para endurecer el cartón y ponerle brillo. Hasta las llantas son de cartón; solamente en los detalles pequeños usa otros materiales, como el escape, que es hecho de pajillas para refrescos.

Foto: La Prensa

Ha trabajado en buses urbanos e interubanos y conoce todos los modelos que existen en materia de unidades de transporte público.
En las partes niqueladas emplea un papel brillante especial, mientras que el nombre de la empresa y los símbolos que la identifican los imprime de Internet.

Uno de los buses tiene en su parte frontal el nombre de Emanuel, como se llama su único hijo.

Verde se siente realizado con su enorme flotita, pero su anhelo principal es tener un solo bus, de verdad, para convertirse en un empresario del transporte.

Foto: La Prensa

Con una caja desechada de pizza hace tres pequeños buses en el término de cinco horas.