San Pedro Sula, Honduras.
'Cuando los hombres ven a Ana María Henríquez al pasar elogian no sus curvas, sino su casco, botas y atuendo embarrado de cemento. Para esta trabajadora de la construcción, originaria de San Pedro Sula, Honduras, eso la llena más que cualquier elogio'.
Así destaca El Diario de New York a la sampedrana que a sus 18 años deseando un futuro mejor decidió viajar ilegalmente a los Estados Unidos.
Ella fue incluida por el prestigioso medio en su publicación 'Mujeres destacadas 2016'.
Ana María contó a LA PRENSA todas las dificultades que como inmigrante tuvo que enfrentar y la satisfacción que siente de ser hoy una mujer fuerte en el trabajo y hasta defensora de los trabajadores de la industria de la construcción en esa ciudad.
Hace 30 años emprendió el viaje con el apoyo económico de una pareja que fueron sus vecinos, sin embargo no se esperaba que iba a ser prácticamente utilizada como la empleada doméstica y sufrió abusos.
'Yo quería seguir estudiando, nunca pude porque ellos me agarraron como trabajadora. Trabajaba limpiando casas junto con ella pero no me pagaba, me cobraron como tres mil dólares por haberme llevado, me lo descontaron de mi sueldo', recordó.
Tras librar varias dificultades, entre ellas un divorcio, salió adelante ya con una hija y volvió a rehacer su vida, es madre también de un joven.
Siguió trabajando haciendo limpieza y cuidando adultos mayores hasta que logró ingresar Sindicato de Trabajadores de la Construcción de Nueva York en el 2007.
El sindicato reúne a más de nueve mil obreros de la ciudad que trabajan en un ambiente de riesgo.
La hondureña es la que verifica que todo esté en orden, que hayan condiciones seguras para los trabajadores y no hayan abusos.
Ella de igual forma realiza trabajo pesado y dirige la de demolición entre otros. 'Trabajo como albañil y todo lo que tiene ver cuando están construyendo un edificio, somos los que limpiamos atrás de los electricistas, carpinteros y todo eso', comparte.
Ana María señala que en Estados Unidos los inmigrantes aunque sean ilegales tienen derechos y el peor error es quedarse callado por lo que recomienda a los compatriotas denunciar cualquier abuso.
 Ana María dice que los inmigrantes aunque estén ilegales deben denunciar si son abusados.
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 La hondureña fue incluida junto a otras mujeres que destacan en diferentes áreas en New York.
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