Tegucigalpa, Honduras.
Bajo la discrecionalidad de los directores, la operatividad del transporte en Honduras ha sido manejada por una red de tramitadores y funcionarios corruptos que entregan los permisos de operación al mejor postor.
Por si el flagelo de la extorsión no fuera poco, los transportistas también tienen que preparar unos cuantos miles de lempiras para “mover” sus permisos que duermen el sueño de los justos en la Dirección General de Transporte (DGT), ahora Instituto Nacional de Transporte.
“Transporte otorga concesiones sin conocer criterios técnicos que valoran la demanda, índice de pasajeros por kilómetros. No estudian si hay necesidad de abrir una nueva ruta, solo otorgan por clientelismo político a amigos, familiares y empleados”, manifestó un dirigente del transporte en la capital, muy cercano a la DGT.
Tanto las rutas de autobuses como de taxis están saturadas, según el Consejo Nacional del Transporte, instancia que agrupa a los empresarios de esta actividad mejor organizados del país con el poder de parar las unidades a nivel nacional.
“ La mafia en el transporte no es nueva y hay que decirlo: es manejada por los apoderados legales, los abogados que piden coimas a los transportistas para agilizar los trámites. Hay que pagarles para que esto funcione porque los directores van y vienen, pero los abogados no, son los mismos que llevan años establecidos en la DGT”, denunció el empresario.
Monopolio
El empresario del transporte acepta que se convierte en corruptor desde el momento que paga al abogado para que le agilice el trámite que, por lo general, se empantana en la DGT.
“Hemos pagado muchas veces para que nos salgan los permisos. Hay un grupo de abogados que están como bendecidos, son los selectos y que dominan la mafia. Cuentan con la venia del director para que los permisos pasen. La corrupción es a todos los niveles y difícilmente el dinero se queda en una ventanilla”, afirmó el empresario que ve con esperanza la creación del Instituto que operará con unos 400 empleados y no con más de 600 como lo viene haciendo la DGT.
Lo cierto es que ni directores ni transportistas han sostenido una buena relación con el pasar de los años. Las confrontaciones siguen vigentes.
En los próximos días será el presidente Juan Orlando Hernández quien anunciará la nueva estructura del Transporte en Honduras.
Resultados
Según el todavía director de la DGT, Yovanny Dubón, la intervención sacó a luz serios problemas, por ejemplo, el personal supernumerario que hay.
“Con la nueva Ley de Transporte arrancamos de cero. Todo mundo se va, según el proyecto. Es muy difícil manejar una institución que tiene la imagen de corrupta porque en lo interno nadie mira ni sabe nada. Cuando ya salen de la DGT comienzan a hablar”, manifestó Dubón.
El funcionario aseguró que las denuncias contra la Dirección son muchas, pero hay doble moral por parte de algunos transportistas que no reconocen que están haciendo mal las cosas.
“Por qué no denuncian que los mototaxis están cobrando 5,000 lempiras por afiliarse. Les están diciendo que deben hacerlo para conseguirles el número, y esto no es legal. Es un grupo como de 25,000 mototaxis, pero en realidad desconocemos las cifras porque este sector no es legal”, agregó.
Desde los inicios de su gestión, Dubón denunció hasta amenazas de muerte por la labor que desempeña, y que asegura que es transparente.
Hace unos meses, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) anunció una investigación a la DGT; sin embargo, la coordinadora Gabriela Castellanos dijo a LA PRENSA que aún no la inician.
Los días están contados para Transporte. La elaboración del reglamento del Instituto Nacional de Transporte es lo único que la mantiene de pie. El documento podría estar listo en los próximos días.
“Nunca he hecho algo contrario a la ley, he renovado permisos de manera legal y he abierto rutas donde son necesarias, como en algunos municipios. Pero puedo asegurar que no he dado ningún nuevo número de taxi. Mi trabajo es con mucha honradez y todos saben que he recibido amenazas de muerte por mi labor”, puntualizó Dubón, el que también tendrá que dejar la DGT con la puesta en marcha de la nueva Ley de Transporte.
Se desconoce si el mandatario lo ratificará en el puesto.
Bajo la discrecionalidad de los directores, la operatividad del transporte en Honduras ha sido manejada por una red de tramitadores y funcionarios corruptos que entregan los permisos de operación al mejor postor.
Por si el flagelo de la extorsión no fuera poco, los transportistas también tienen que preparar unos cuantos miles de lempiras para “mover” sus permisos que duermen el sueño de los justos en la Dirección General de Transporte (DGT), ahora Instituto Nacional de Transporte.
“Transporte otorga concesiones sin conocer criterios técnicos que valoran la demanda, índice de pasajeros por kilómetros. No estudian si hay necesidad de abrir una nueva ruta, solo otorgan por clientelismo político a amigos, familiares y empleados”, manifestó un dirigente del transporte en la capital, muy cercano a la DGT.
Tanto las rutas de autobuses como de taxis están saturadas, según el Consejo Nacional del Transporte, instancia que agrupa a los empresarios de esta actividad mejor organizados del país con el poder de parar las unidades a nivel nacional.
“ La mafia en el transporte no es nueva y hay que decirlo: es manejada por los apoderados legales, los abogados que piden coimas a los transportistas para agilizar los trámites. Hay que pagarles para que esto funcione porque los directores van y vienen, pero los abogados no, son los mismos que llevan años establecidos en la DGT”, denunció el empresario.
Monopolio
El empresario del transporte acepta que se convierte en corruptor desde el momento que paga al abogado para que le agilice el trámite que, por lo general, se empantana en la DGT.
“Hemos pagado muchas veces para que nos salgan los permisos. Hay un grupo de abogados que están como bendecidos, son los selectos y que dominan la mafia. Cuentan con la venia del director para que los permisos pasen. La corrupción es a todos los niveles y difícilmente el dinero se queda en una ventanilla”, afirmó el empresario que ve con esperanza la creación del Instituto que operará con unos 400 empleados y no con más de 600 como lo viene haciendo la DGT.
Lo cierto es que ni directores ni transportistas han sostenido una buena relación con el pasar de los años. Las confrontaciones siguen vigentes.
En los próximos días será el presidente Juan Orlando Hernández quien anunciará la nueva estructura del Transporte en Honduras.
Resultados
Según el todavía director de la DGT, Yovanny Dubón, la intervención sacó a luz serios problemas, por ejemplo, el personal supernumerario que hay.
“Con la nueva Ley de Transporte arrancamos de cero. Todo mundo se va, según el proyecto. Es muy difícil manejar una institución que tiene la imagen de corrupta porque en lo interno nadie mira ni sabe nada. Cuando ya salen de la DGT comienzan a hablar”, manifestó Dubón.
El funcionario aseguró que las denuncias contra la Dirección son muchas, pero hay doble moral por parte de algunos transportistas que no reconocen que están haciendo mal las cosas.
“Por qué no denuncian que los mototaxis están cobrando 5,000 lempiras por afiliarse. Les están diciendo que deben hacerlo para conseguirles el número, y esto no es legal. Es un grupo como de 25,000 mototaxis, pero en realidad desconocemos las cifras porque este sector no es legal”, agregó.
Desde los inicios de su gestión, Dubón denunció hasta amenazas de muerte por la labor que desempeña, y que asegura que es transparente.
Hace unos meses, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) anunció una investigación a la DGT; sin embargo, la coordinadora Gabriela Castellanos dijo a LA PRENSA que aún no la inician.
Los días están contados para Transporte. La elaboración del reglamento del Instituto Nacional de Transporte es lo único que la mantiene de pie. El documento podría estar listo en los próximos días.
“Nunca he hecho algo contrario a la ley, he renovado permisos de manera legal y he abierto rutas donde son necesarias, como en algunos municipios. Pero puedo asegurar que no he dado ningún nuevo número de taxi. Mi trabajo es con mucha honradez y todos saben que he recibido amenazas de muerte por mi labor”, puntualizó Dubón, el que también tendrá que dejar la DGT con la puesta en marcha de la nueva Ley de Transporte.
Se desconoce si el mandatario lo ratificará en el puesto.
