Después de que el diario The New York Times revelara un informe con los nombres de los policías implicados en la muerte de Arístides González y de Alfredo Landaverde, el presidente Juan Orlando Hernández expuso que esta información permitirá a las entidades investigadoras trazar una ruta para judicializar los casos.
“La información que sigue saliendo le permitirá a las entidades investigadoras del Estado estructurar la hoja de ruta”, manifestó el mandatario ayer en una entrevista a HRN.
En ese sentido expuso que todos los mencionados en el informe deberán ser llamados por las autoridades correspondientes.
“A mi juicio, tendrán que llamar a todos los oficiales y las personas que se mencionan; a todos los ministros, todos los directores, y de esa manera buscar las conclusiones que nos permitan judicializar los casos”, enfatizó Hernández.
Respecto a la comisión de depuración policial juramentada esta semana, dijo que “tienen que revisar estos informes para que a quienes ellos vayan a separar de la Policía, sea con nivel de información mínima o máxima, todos esos elementos vayan al Ministerio Público para que se puedan armar los expedientes”.
Enfatizó que con el proceso de depuración policial no se fomentará la impunidad en caso de existir irregularidades en los agentes retirados.
Agregó que aunque haya buenos miembros dentro de la institución, los resultados que requiere el país igual tendrán que salir.
Para el mandatario llega un momento en el que no se pueden abrir todos los frentes simultáneamente, pero actualmente es el turno de la Policía Nacional. “En ese sentido, hoy toca reestructurar de manera definitiva a la Policía Nacional para que los buenos policías o quienes quieren ingresar puedan darle al pueblo una institución confiable conforme a los resultados”.
Sobre si se le ocultó información de oficiales de la Policía Nacional y que más bien fueron enviados a embajadas y consulados en el extranjero, el mandatario expuso que es evidente que dentro de la misma Policía no se tenía un sistema de archivos y expedientes.
“Sí había expedientes o retazos de expedientes que no fluían. Para que alguien venga y diga ‘este oficial debe ser ascendido’ se supone que hay una serie de procesos internos; uno confía, como lo hago con las Fuerzas Armadas e instituciones que tienen sus propios esquemas con la información que llega”. Con los cambios en la Policía Nacional mencionó que siempre va a haber reacciones del mundo criminal, “pero aquí no podemos retroceder, estamos luchando por el derecho que Dios nos da, por la libertad”. Aseveró que se debe hacer justicia y los hondureños deben ir construyendo la nueva Policía. Asimismo, desmintió la versión de que se realizaría una ceremonia especial para despedir a los policías separados.
